El asesinato de 72 personas de Centro y Sudamérica, registrado en Tamaulipas a finales de agosto, no desalentó el secuestro de indocumentados en el sur y norte del país por parte del crimen organizado, afirman sacerdotes que dirigen albergues para migrantes.
Alejandro Solalinde, director del refugio en Ciudad Ixtepec, en el Estado de Oaxaca, reveló que del cinco de septiembre a la fecha han recopilado testimonios de al menos 22 casos de plagios, en los cuales las víctimas iban en grupos de hasta 60 migrantes.
"No han parado los secuestros. Yo supongo que en esos días, por la denuncia que se hizo de las 72 personas masacradas, se pudieron haber contenido un poco, pero la verdad es que siguen secuestrando mujeres, niños, jóvenes, personas de la tercera edad", indicó Solalinde, también coordinador diocesano de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Tehuantepec.
En tanto, Pedro Pantoja, titular de Belén Posada del Migrante, ubicada en la ciudad de Saltillo, Coahuila, señaló que en sus instalaciones reciben en promedio, al día, a dos indocumentados que fueron privados de su libertad.
"Todos los días recibimos víctimas de secuestro. Evidentemente que esto pone en juicio al Estado mexicano como para decirle: '¿no vas a hacer nada o qué?'", indicó.
Cifras oficiales señalan que, cada año, cerca de 22 mil indocumentados procedentes de Centro y Sudamérica cruzan el país para llegar a la frontera de Estados Unidos, y, al menos la mitad de ellos, son víctimas de secuestro y extorsión de grupo del crimen organizado.
Los municipios en donde ocurren más plagios de migrantes son Coatzacoalcos, Veracruz; Tenosique, Tabasco, y Reynosa, Tamaulipas, según un informe especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Ayer, y luego de permanecer 15 días acéfalo el Instituto Nacional de Migración (INM), el Presidente Felipe Calderón nombró como su nuevo titular a Salvador Beltrán del Río Madrid, quien era subsecretario para América Latina y el Caribe en la Secretaría de Relaciones Exteriores.