El presidente Barack Obama pidió el lunes a los activistas, simpatizantes y entusiastas que le llevaron a la presidencia en 2008 a que impulsen un nuevo esfuerzo en las elecciones legislativas de este año y eviten una aparatosa derrota para los demócratas.
Obama se comprometió con sus simpatizantes a ayudar a elegir demócratas en un intento aparentemente desesperado por evitar las pérdidas para su partido que se prevén para este otoño.
"Necesito su ayuda una vez más", dijo el presidente en un video transmitido por internet y enviado a millones de sus simpatizantes.
"Si nos ayudan a asegurar que las personas que votaron por primera vez en 2008 hagan que sus voces se escuchen en noviembre, entonces podremos transmitir la promesa de cambio, esperanza y prosperidad para las próximas generaciones", agregó.
El anuncio de la campaña que los demócratas han denominado como "Voto 2010" forma parte de un esfuerzo con múltiples vertientes del Comité Democrático Nacional para volver a obtener la atención de las legiones de simpatizantes del presidente.
Esas filas incluyen a los electores que votaron por primera vez, los jóvenes, los negros, los hispanos y los independientes, que propulsaron a Obama a la victoria en su campaña innovadora, sólo que en esta ocasión las cosas no parecen tan fáciles.
Los demócratas que controlan la Cámara de Representantes y el Senado enfrentan un duro ambiente político, en parte por la recesión económica y también por el desempleo. El Partido Demócrata teme perder la cámara baja, y posiblemente el Senado.
Los republicanos necesitan ganar 40 escaños en la Cámara de Representantes y 10 en el Senado para obtener el control.
Desde que Obama obtuvo la Casa Blanca, los electores de todas las corrientes políticas han criticado al presidente y su partido. La calificación a su desempeño como mandatario ronda el 50% y el apoyo para los demócratas en el Congreso es todavía menor.
El aumento en la burocracia y los gastos han alejado a algunos electores independientes. Por su parte, algunos sectores de la base demócrata están inconformes por el ritmo con el que el presidente ha hecho su famoso cambio y los republicanos que se atrevieron a cambiar de bando para votar por Obama ahora están desilusionados.
Incluso algunos de los más importantes funcionarios demócratas no esperan que la coalición de votantes que apoyó a Obama se aparezca por montones ahora que él no está en la boleta.