El Congreso de Coahuila pidió que, en coordinación con las instancias de seguridad pública y persecución del delito del gobierno federal y estados, se apliquen acciones que brinden mayor seguridad y protección a los periodistas en México.
El diputado Carlos Ulises Orta Canales señaló que luego de que varios periodistas fueron secuestrados en Gómez Palacio, Durango, al cubrir los eventos suscitados en el Centro Penitenciario número Dos de esa localidad, es necesario crear un marco legislativo para dar condiciones de seguridad y protección a los periodistas.
'Nos deja en claro a todos el riesgo que cada vez es mayor para el quehacer periodístico, y a su vez, el valor que esta labor adquiere como fuente vital de conocimiento y como herramienta para concienciar a la ciudadanía sobre los peligros y realidades de este fenómeno social: el narcotráfico', comentó.
Indicó que los comunicadores, en especial los reporteros, camarógrafos y la mayoría de los que escriben o comentan sobre delincuencia organizada, no son policías ni militares, no andan armados, no poseen entrenamiento para combate. Tampoco son personas acaudaladas que puedan darse el lujo de contratar escoltas y traer autos blindados.
Dijo que son simples civiles que salen todos los días a cumplir con su deber, esperando volver a casa con los suyos.
'La labor periodística es esencial para nuestra sociedad; los necesitamos en todo momento, pero también debemos darles garantías mínimas, por decir lo menos; prerrogativas de seguridad para que desempeñen su labor sin andar todos los días arriesgando su vida como en una ruleta rusa', puntualizó.
El diputado local señaló que para lograr tales demandas, implica un esfuerzo integral y coordinado de los tres órdenes de gobierno, pero en especial Federación y estados, así como del esfuerzo legislativo y presupuestal del Congreso de la Unión, y en su caso de las legislaturas locales.
Aclaró que no se trata de crear instituciones sin presupuesto ni personal suficiente para atender sus necesidades; tampoco de poner un par de policías a cuidarlos sólo por unos cuantos días para luego abandonarlos a su suerte.