El gobierno de Estados Unidos urgió hoy al de Honduras a investigar los asesinatos de periodistas ocurridas en lo que va de este año y se sumó a la condena internacional por estos crímenes.
'Este continuo baño de sangre en Honduras debe parar', demandó este miércoles ante el Consejo Permanente de la OEA, W. Lewis Amselem, el Representante Alterno de Estados Unidos ante el órgano hemisférico.
Hablando durante la sesión ordinaria del Consejo, Amselem dijo que su gobierno hacia suya la condena de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el más reciente de estos crímenes.
'Urgimos al nuevo gobierno de Honduras a investigar estos crímenes y llevar a la justicia a quienes sean responsables', dijo.
La última víctima de esta ola de violencia fue identificada como Nahún Palacios, sobre quien la CODH había decretado medidas cautelares que no fueron cumplimentadas por las autoridades hondureñas.
El director de noticias de la Televisora Canal 5 del Aguán recibió 30 disparos hechos con fusiles AK-47 cuando regresaba a su casa en el barrio Los Pinos de la ciudad de Tocoa, el pasado 14 de marzo.
Las autoridades contabilizaron 42 impactos de bala en el automóvil donde viajaba con dos personas que resultaron heridas.
Tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, Nahún Palacios dio cobertura a las manifestaciones organizadas por la resistencia al golpe y expresó públicamente su rechazo al mismo.
Dos días después del golpe, el equipo de trabajo de su canal fue confiscado en un operativo militar, su domicilio fue allanado, sus hijos fueron amagados a punto de pistola y su vehículo fue decomisado.
En los últimos días el periodista había recibido nuevas amenazas.
Amselem precisó que la disidencia política no debería dar como resultado represiones de ninguna clase, y dijo que el gobierno hondureño tenía la obligación de proteger a los comunicadores.
'La libertad de expresión no debe dejar de existir si un periodista, ya sea de izquierda, derecha o centro es asesinado con impunidad, mientras práctica su profesión', dijo.
El de Palacios se sumó a los crímenes de los periodistas Joseph Hernández Ochoa el 1 de marzo y de David Meza Montesinos el 11 de marzo.