Respaldo. El presidente mexicano Felipe Calderón saluda tras dirigir unas palabras en una reunión conjunta en el Congreso de EU, ante la mirada del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden (i) y de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (c), en Washington.
En su último día en Estados Unidos, el presidente Felipe Calderón Hinojosa solicitó la cooperación del Congreso de Estados Unidos para detener el flujo de armas de alto poder y armamentos letales a través de la frontera, y ratificó su desacuerdo con la Ley antiinmigrante SB-1070 que introduce la "terrible idea" de usar los rasgos raciales como base para aplicar la Ley y clamó por una reforma migratoria integral.
Al pronunciar un discurso en inglés en sesión solemne del Congreso general de Estados Unidos, fue notorio cómo en algunos momentos los representantes del Partido Republicano se abstenían de aplaudir cuando Calderón habló de temas como armas, la Ley antiinmigrante de Arizona y hasta el cambio climático.
Calderón se apreciaba nervioso a su llegada al Capitolio -inmueble histórico rodeado de un dispositivo inusual de seguridad intenso e incluso con francotiradores en algunas áreas- donde pronunció un discurso de 36 minutos, con al menos 27 interrupciones por aplausos.
El primer tema que abordó Calderón en la sesión presidida por la Representante demócrata Nancy Pelosi, fue el de su combate al crimen organizado.
Es una batalla, dijo, "que unidos los mexicanos vamos a ganar", lo que le valió una nueva andanada de aplausos.
Calderón dijo que México está haciendo todo lo que está a su alcance y que el Congreso de Estados Unidos aprobó la iniciativa Mérida, lo cual les agradeció.
"Sin embargo, existe un tema donde México necesita de su cooperación, esto es detener el flujo de armas de alto poder y otro armamento legal a través de la frontera". Reconoció que la segunda enmienda de la constitución estadounidense garantiza a los buenos ciudadanos americanos defenderse, lo que le valió el aplauso del bloque republicano.
En el tema migratorio, Calderón ratificó su desacuerdo con la adopción de la Ley migratoria en Arizona.
CENSURA REPUBLICANA Luego del discurso los senadores republicanos John McCain, de Arizona, y John Cornyn, de Texas, criticaron que Calderón haya usado el foro del Congreso para "meterse" en asuntos internos de EU.
Ambos defendieron la SB1070, y Cornyn fue más allá al señalar que la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza la tenencia de armas, "no es objeto de negociación diplomática ni con México ni con ninguna otra nación".
En un programa de la cadena CNN, el legislador republicano Bryan Bilbray, de California, dijo: "el asunto de las armas es como el de inmigración: no puedes seguir mezclando lo legal con lo ilegal".
Otorgan Águila Azteca a Kennedy
El presidente de México, Felipe Calderón, honró en Washington la memoria de los soldados méxico-estadounidenses que han muerto en campañas militares peleadas por Estados Unidos.
Con ese propósito, el mandatario mexicano acudió al Cementerio Nacional de Arlington, donde depositó una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido, en el último día de su visita de Estado a Estados Unidos.
El presidente Felipe Calderón entregó de manera póstuma al senador Edward Kennedy la máxima condecoración que su Gobierno otorga a extranjeros, por el apoyo que el fallecido político dio durante toda su vida a los inmigrantes y a los méxico-estadounidenses.
Calderón entregó la Orden del Águila Azteca a Vicki, la viuda de Kennedy, en Washington.