Proceso. Investigan autoridades el crimen de Silverio Cavazos. ARCHIVO
El Gobierno de Colima enredó las líneas de investigación que deberá seguir el Ministerio Público para aclarar el homicidio del ex mandatario Jesús Silverio Cavazos Ceballos, ocurrido la mañana del domingo frente a su domicilio.
A unas horas que el procurador colimense Arturo Díaz Rivera descartó la participación del crimen organizado en el asesinato, el actual gobernador Mario Anguiano Moreno sugirió ayer lo contrario, al mencionar que el contexto de los hechos tenían mayor vinculación con el hampa, pues pudo originarse de las "detenciones significativas" que realizó en su administración, del 5 de mayo de 2005 al 31 de octubre de 2009.
Más tarde, Anguiano Moreno aclaró que esa vinculación la hacía a título personal y no institucional. Las conjeturas sobre el crimen del ex mandatario han llevado a actores políticos y sociales a presumir conflictos políticos y enriquecimiento ilícito (peculado), como las posibles causas del atentado.
De gira por el puerto de Manzanillo, el presidente Felipe Calderón demandó ayer no descartar ninguna hipótesis y llevar las investigaciones hasta sus últimas consecuencias. Advirtió que no hay margen para manipulaciones, oportunismos ni dividendos políticos con el hecho.
Al expresar sus condolencias a la familia y amigos, precisó: "Es fundamental que la indagación llegue hasta sus últimas consecuencias y que no se descarte ninguna hipótesis, que se actúe conforme a la ley y conforme a las evidencias que se susciten en la averiguación".
En la Sexta Región Naval, en conmemoración del Día de la Armada, Calderón insistió en que es menester luchar contra la criminalidad y el narcotráfico, ante sucesos como la muerte de Cavazos.
MANDATO Y HAMPA Durante el gobierno del extinto mandatario, la PGR, la Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional realizaron decomisos de droga, precursores sintéticos y de dólares en efectivo en el puerto de Manzanillo, además del desmantelamiento de más de 15 narcolaboratorios.
Según reportes obtenidos, en esa administración inició en Colima una ola de violencia que hasta la fecha no ha desaparecido e incluso se ha triplicado, producto de la lucha por el control territorial que sostienen cárteles de la droga.
El año pasado hubo en la entidad un promedio de 17 asesinados, cinco de ellos aparecieron decapitados, otros enterrados y unos más fueron asesinados durante enfrentamientos o ataques a negocios. Sin embargo, la cifra se ha visto rebasada considerablemente y en la actualidad ya suman más de 97 los muertos.
En este tiempo, el puerto de Manzanillo tuvo un importante desarrollo y se consolidó como el principal puerto comercial del Pacífico mexicano, el cual también se convirtió de "golpe" en el principal puerto mexicano para el trasiego de estupefacientes, especialmente de cocaína y materia prima para drogas sintéticas.