Llamado. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunció un discurso sobre la reforma de la ley de inmigración en la Facultad de Diplomacia de la Universidad Americana, en Washington, Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió ayer valentía a los legisladores para apoyar una amplia reforma migratoria, que dijo es "uno de los retos de nuestra vida", y honraría el carácter de ésta como una nación de inmigrantes.
El mandatario dijo que responder a esa asignatura resulta necesario para rectificar un sistema ineficiente y evitar la proliferación de leyes, que como la de Arizona, "han avivado las llamas de un contenciosos debate".
"Esas leyes tienen el potencial de violar los derechos de inocentes estadounidenses y residentes legales", señaló el presidente durante un discurso ofrecido en la Universidad Americana, el que reitero su apoyo a favor del tema.
Obama acusó que el fracaso para empujar el tema ha sido consecuencia de "posturas políticas y de las peleas de (grupos) de intereses especiales".
Hizo un repaso de la situación de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se estima viven en el país y las acciones que su Gobierno ha tomado para confrontar el tema.
El mandatario destacó el despliegue de agentes en la frontera con México como resultado de lo cual aseguró que la franja fronteriza de tres mil 200 kilómetros "es más segura hoy que en cualquier tiempo en los pasados 20 años".
Obama dijo que el efecto de este fortalecimiento es evidente en menos hechos de criminalidad y en el número de personas que tratan de cruzar la frontera de manera ilegal, contrario al clamor de los opositores a la reforma.
Sin embargo, dijo que la respuesta a ese fenómeno va más allá que levantar bardas en una frontera que es muy amplia, "necesitamos hacer más".
Al respecto, consideró que se requiere atacar el problema interno, atacando a los negocios que contratan indocumentados y demandar responsabilidad de quienes ya están aquí de manera ilegal.
Para ello, explicó que al amparo de una reforma, esos inmigrantes estarían obligados a aprender el idioma inglés, pagar impuestos, pagar una multa y completar el proceso para regularizar su situación.
El mandatario insistió, sin embargo, que el tema requerirá apoyo bipartidista para poder ser una realidad en el Congreso, aunque evitó hablar de tiempos.
BARACK OBAMA
Presidente de EU
