El obispo Felipe Arizmendi Esquivel ordenó al sacerdote número 89 de la diócesis, y pidió a los fieles confiar en ellos y no dejarse influir por los casos de algunos ministros que se han apartado de Jesucristo.
El prelado expresó su consternación por lo sucedido con algunos ministros y dijo que hay quienes informan de manera parcial y tendenciosa, como queriendo socavar la confianza que la mayoría del pueblo aún tiene en la Iglesia.
En su mensaje de media semana, dijo que con estos 89 ministros atiende a más de un millón y medio de habitantes dispersos en 36 mil 821 kilómetros cuadrados, 'debemos recobrar la serenidad y valorar a los sacerdotes, imprescindibles para continuar la misión que Jesús confió a sus apóstoles'.
Pidió a los fieles que las fallas de algunos sacerdotes no los aparten de Jesucristo y de su Iglesia, 'él es el único Salvador, el camino definitivo, la verdad total, la fuente plena de vida, nosotros somos sólo ministros suyos, por cuya humanidad él quiso continuar predicando su palabra'.
Exhortó a los fieles a apreciar y agradecer a los sacerdotes que han dedicado toda su existencia a servir a Dios y a su pueblo, 'no lo han hecho por dinero, por ocupar puestos de honor, sino por amor generoso y servir al Reino de Dios'.
Demandó ayudarles 'a superar sus defectos y corregirlos fraternalmente, si es el caso'.
El prelado instó a no desconfiar de los sacerdotes por sistema, pensando que muchos puedan estar contaminados por comportamientos indebidos, 'haz oración por ellos, para que sean dignos de su vocación y fieles a lo que Dios y el pueblo esperan de ellos'.
Asimismo, demandó a los fieles hacer oración, porque haya más vocaciones sacerdotales 'para que la fe del pueblo se sostenga y fortalezca, pues hoy se requieren hombres de oración, solidarios con los pobres, misericordiosos con los que sufren, cercanos a los dolores de la humanidad'.