CIUDAD DEL VATICANO. - El Papa Benedicto XVI pidió ayer paciencia y diálogo para superar la crisis en Oriente Medio tras el ataque israelí a una flotilla humanitaria propalestina, el cual recrudeció las tensiones en la región.
Al hablar con un grupo de periodistas a bordo del avión que lo llevó de Roma a Paphos, donde inició ayer una visita apostólica a Chipre que se extenderá hasta el próximo domingo, pidió insistir hasta el cansancio en la búsqueda de la paz en la región.
La paz "ciertamente se trata de una conquista que no se logra de hoy para mañana: es necesario prepararla, sobre todo a través de la formación de las almas y eso se alcanza con paciencia, incluso cuando se verifican episodios graves y violentos como el ataque israelí", dijo.
"Ante estos episodios es necesario una gran paciencia, urge continuar a actuar por el logro de la paz. El Papa en este caso aconseja proseguir en los intentos por encontrar la paz, sin impacientarse ante los obstáculos y las dificultades", agregó.
El Obispo de Roma pidió tener la valentía de comenzar de nuevo con la certeza de que es posible salir adelante porque la violencia no es la solución. Por ello, insistió, urge crear las condiciones para el diálogo.
Además se refirió al asesinato ocurrido el jueves del presidente de la Conferencia Episcopal de Turquía y vicario apostólico para Anatolia, Luigi Padovese, cuya muerte -dijo- no tuvo un motivo político o religioso, sino que su origen fue de tipo personal.
Solicitó no mezclar una situación "trágica" con el diálogo entre católicos y musulmanes ya que, pese a ser un caso triste, "no debe oscurecer" los vínculos interreligiosos.
El Papa llegó a Chipre, donde fue recibido por el presidente Demetris Christofias, el líder de la Iglesia greco-chipriota Crisóstomos II junto a las autoridades religiosas y civiles.
En el aeropuerto tuvo lugar una ceremonia de bienvenida y dijo que su viaje tiene como objetivo estrechar relaciones con los ortodoxos, mayoría en ese país, además de ratificar en la fe a la pequeña comunidad cristiana y preparar la cumbre de obispos de octubre próximo en El Vaticano que estará dedicada al tema de Medio Oriente.
Luego, el Papa participó de una celebración ecuménica, tras la cual abordó un automóvil que lo llevó con destino a Nicosia, la capital de Chipre.