A casa. El Papa Benedicto XVI terminó su visita a Chipre y regresó a Roma. AP
El Papa Benedicto XVI terminó su viaje apostólico de tres días a la isla mediterránea de Chipre expresando su preocupación por la conflictiva situación en Oriente Medio.
"Aumentamos nuestros esfuerzos para construir una paz real y duradera para todos los pueblos en la región", fue el llamado principal en su discurso de despedida en el aeropuerto de Larnaca.
"Mientras dejo vuestra tierra, así como hicieron otros peregrinos antes de mí, recuerdo todavía como el mar Mediterráneo está formado por un rico mosaico de pueblos con sus culturas y bellezas, calor y humanidad", subrayó el Papa.
En este sentido, el Papa expresó claramente su preocupación de la situación conflictiva de Oriente Medio y mencionó el asalto israelí a la flotilla internacional de ayuda humanitaria para Gaza.
"El mediterráneo oriental no desconoce el conflicto y el derramamiento de sangre, como trágicamente hemos visto en los últimos días", dijo el Pontífice. En este sentido, hizo un llamado a aumentar "los esfuerzos para construir una paz real y duradera para todos los pueblos en la región".