El secretario de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Gerardo Fernández Noroña (PT), pidió al resto de los legisladores no aprobar la renovación del sistema de votación electrónico del Salón de Plenos, pues resultaría un gasto oneroso en tiempos de crisis.
La renovación del sistema electrónico de votación costaría más de 100 millones de pesos, y es un tema que está en la mesa de los diputados desde hace más de dos años, pues en 2007 cumplió sus 10 años de vida útil y requiere su pronta renovación.
El 21 de junio de 2008 se revelaron las conclusiones de un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) al sistema de votación de los legisladores, en el que se concluyó que éste es obsoleto, caro en su mantenimiento, con fallas, incompatible con nuevos equipos, y discordante con la tecnología.
El estudio concluyó que debe reemplazarse para "evitar el colapso repentino de todo el sistema".
"Existe la probabilidad de que se presenten fallas más severas en donde el tiempo de solución quede indefinido".
El diagnóstico de 115 páginas fue elaborado por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del IPN, por el cual diputados de la 60 Legislatura pagaron alrededor de 350 mil pesos, a través del convenio DGAJ-005/2008, y señala que el mantenimiento -250 mil pesos al mes- implica "costos muy elevados", además de reparaciones, y la necesidad de reemplazar los sistemas informáticos por "más amigables".
El sistema se adquirió en octubre de 1998, en la 57 Legislatur ,con una garantía de funcionamiento de 10 años, mismos que ya se rebasaron.