La Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Querétaro, solicitó a su homóloga del estado de Tamaulipas, se le informe si entre los 72 cuerpos encontrados en una fosa común, se encuentra alguno de esta entidad.
Hace cinco meses, 30 queretanos salieron rumbo a Estados Unidos, a bordo de dos autobuses.
El trayecto, hasta donde se conoce, no concluyó pues fueron reportados como desaparecidos en una zona ubicada entre los estados de Nuevo León y Tamaulipas.
Desde entonces que nada se sabe de su paradero, a pesar de que ante la PGJ se han abierto dos averiguaciones previas y se ha dado parte a las procuradurías de los estados de San Luis Potosí, Nuevo León y Tamaulipas.
El procurador del estado, Arsenio Durán Becerra confirmó que en las tres entidades referidas ya cuentan con muestras genéticas de 47 familiares de los migrantes desaparecidos.
"Los estudios y análisis correspondientes se han estado mandando para ver si alguna persona, o incluso, por qué no decirlo, un cadáver, coincide con alguna posibilidad, que es lo que se está haciendo en materia de genética", refirió el funcionario.
Explicó que en la búsqueda de los paisanos queretanos, "se hizo la muestra de todos los familiares para poder hacer la codificación correspondiente; se mandaron a las entidades federativas para que se hagan los cotejos con cuerpos, con personas, con cadáveres que se han localizado".
Por su parte, el diputado local del distrito XV, correspondiente a la Sierra Gorda -región de la que salieron en marzo pasado los migrantes- pidió a la PGJ que se investigue si entre esos cadáveres localizados en Tamaulipas está alguna de las personas que son buscadas acá.
"No vamos a dejar de levantar la voz hasta que haya una respuesta... son 30 personas las extraviadas, aunque la cifra fluctúa porque hay familias que tienen miedo de salir", dijo el legislador.
Mencionó que de manera paralela se ha gestado un problema grave en las viviendas de estos 30 paisanos, pues al quedar solas sus familias, las mujeres no cuentan con recursos para sostener el hogar y ahora hay 53 niños que requieren alimentación pero también apoyo para poder ir a la escuela.
"Lo que sí está claro es el desamparo en que están 53 niños de 20 familia", puntualizó.
