Reunión. El Papa Benedicto XVI durante el encuentro con representantes de la Conferencia Episcopal Irlandesas en el Vaticano.
Un alto prelado del Vaticano le dijo a los obispos irlandeses en una reunión extraordinaria con el Papa Benedicto XVI que deben admitir su culpa en encubrimientos de abuso sexual de menores o corren el riesgo de perder la fe de los católicos de Irlanda.
Pero el ex acólito de Dublín que ayudó a dar a conocer el escándalo duda que los 2 días de conversaciones a puertas cerradas en el Palacio Apostólico den como resultado el cese de alguno de los altos jerarcas eclesiásticos.
El principal asesor del pontífice, el cardenal Tarcisio Bertone, pronunció una intensa homilía en una misa antes de las conversaciones, condenando los "hechos particularmente aborrecibles" de algunos en la jerarquía de la Iglesia irlandesa, aunque no dio nombres.
Bertone, el segundo funcionario más importante del Vaticano, que participó en la reunión con 24 obispos de las diócesis irlandesas, calificó la crisis como una "tormenta extremadamente peligrosa, la cual toca el corazón de los creyentes, sacudiendo su fe y amenazando su capacidad para creer en Dios".
Para restaurar la fe, "los pecadores deben reconocer su culpa con la verdad más absoluta", exhortó Bertone, el secretario de Estado de la Santa Sede. Advirtió que el mal recibido pudiera empujar a los fieles a "el desánimo y la desesperación".
Un reporte de estado en 2009 encontró que los líderes de la Iglesia en Dublín habían pasado décadas protegiendo de la acción de la Ley a sacerdotes que abusaban de niños, mientras que varios dentro del clero pretendían hacerse de la "vista gorda". Una investigación documentó décadas de abuso sexual, físico y psicológico de niños y adolescentes en escuelas católicas, centros de trabajo y orfanatos.
El Vaticano no hará comentarios oficiales antes que finalice la reunión hoy y tampoco ha dado a conocer los comentarios de Benedicto XVI. Los obispos no quisieron expresar su punto de vista.