Los amantes neozelandeses de las historias del autor inglés J. R. Tolkien salen a las calles para convencer a Warner Bross de rodar la cinta en su país.
Los amantes neozelandeses de las historias del autor inglés J. R. Tolkien, salieron a las calles para tratar de convencer a la productora de cine Warner Bross de rodar las dos partes de la adaptación a la gran pantalla del libro 'El Hobbit' en Nueva Zelanda.
Las manifestaciones han coincidido con la llegada de tres ejecutivos de Warner Bros para negociar con el Gobierno neozelandés. Un último intento de mantener el rodaje en Nueva Zelanda, cuya industria cinematográfica mueve unos 2 mil 300 millones al año,
Los problemas en la producción surgieron cuando un sindicato de actores solicitó un boicot al rodaje durante la negociación de las condiciones laborales mínimas con Warner.
Sin embargo, en Nueva Zelanda ya se rodó la adaptación de la trilogía El señor de los Anillos, saga de Tolkien ubicada en el mismo universo y continuación de El Hobbit.
La manifestación más numerosa fue en la capital, Wellington, donde entre dos y tres mil personas han recorrido la ciudad portando pancartas con mensajes como "We love Hobbits" ("Amamos a los hobbies").
El proyecto de El Hobbit ha enfrentado ya múltiples problemas, como la renuncia en mayo del primer director del proyecto, el mexicano Guillermo del Toro, debido a los constantes retrasos en el inicio de la fecha de rodaje.