Extreman seguridad. Agentes de Policía vigilan el lago. AP
El lago Falcon atrae a los amantes del esquí acuático y de la pesca de la carpa. Quienes frecuentan el lago en la frontera con México, no obstante, ahora tienen otras preocupaciones: la presencia de piratas.
Dos veces en las últimas semanas, pescadores sufrieron asaltos a mano armada; un subproducto, según el sheriff local, de la guerra entre bandas de narcotraficantes.
Ahora la gente tiene que cuidarse.
En el negocio de pesca que su familia opera desde hace 50 años, Jack Cox duerme con un arma cargada a los pies y un revólver a mano.
Las autoridades locales dicen que las aguas territoriales estadounidenses son seguras.
"Son más seguras (que las del sector mexicano), pero uno no está a salvo", afirmó Cox.
Si los pescadores comerciales mexicanos cruzan a aguas estadounidenses cotidianamente, ¿por qué no lo van a hacer los pistoleros?, pregunta Cox.
Hace dos semanas, el Departamento de Seguridad Pública de Texas aconsejó no cruzar la frontera acuática. Las autoridades estatales recomendaron asimismo a quienes se internasen en el lago que dejasen saber a sus familias cuáles eran sus planes, para que pudiesen pedir ayuda en caso de emergencias.
Desde entonces, la mayoría de los botes ha permanecido del lado estadounidense, de acuerdo con el capitán Fernando Cervantes, del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas.
"Ese es un buen indicio. Quiere decir que la gente entiende lo que está pasando", dijo Cervantes. "Siguen viniendo, pero no pasan del otro lado".
La frontera está demarcada por 14 torres de cemento a lo largo de lo que fue el lecho del río Bravo antes de que esta zona fuese convertida en un lago en 1954.
Las fuerzas de seguridad estadounidenses que vigilan la zona nunca cruzan la frontera y del lado mexicano no se divisan policías de ningún tipo.
Individuos armados con rifles asaltaron a pescadores comerciales del lado mexicano del lago el 30 de abril y el 6 de mayo. Se movilizaban en botes pesqueros mexicanos. Pidieron dinero, drogas y armas, y se llevaron todo el efectivo que encontraron. Nadie resultó herido. Hubo un tercer incidente en el que los pescadores lograron escapar sin que los asaltantes consiguiesen subir a su embarcación.
Cervantes dijo que los incidentes "fueron muy inusuales. Nunca se había dado nada así. Y de repente, varios juntos".
Del lado mexicano de la frontera, en los alrededores del lago, se ha registrado un incremento en los niveles de violencia en los últimos tiempos.
El sheriff del Zapata County Sigfredo González Jr., dice que los amantes de la pesca pueden internarse en el lago, siempre y cuando se queden del lado estadounidense.