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El tenor español Plácido Domingo regresará después de 49 años a Durango, la ciudad que fue testigo de su debut en la ópera “Madam Butterfly” en 1961, y en donde ofrecerá un concierto el próximo 7 de agosto.
El magno recital, que se realizará en La Velaria de Durango, contará con la participación de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Durango, y se espera la asistencia de unas 10 mil personas, informó el promotor del espectáculo, Darío de León, en rueda de prensa.
La visita de Plácido Domingo a Durango marca el regreso del tenor a territorio mexicano, después del recital que ofreció en diciembre pasado, en el Ángel de la Independencia, en el Distrito Federal.
Mejora su salud
Álvaro Domingo, hijo y mánager del tenor, aseguró que la salud de su padre va muy bien, luego de que el artista fue sometido en marzo pasado a una cirugía por cáncer de colon.
Debido a su padecimiento, Domingo tuvo que cancelar algunas funciones en Japón, por recomendaciones de su médico, quien le pidió regresar de inmediato a Nueva York.
“Gracias a Dios, él (Plácido) está muy bien. Un dolor en el abdomen lo hizo padecer y cancelar algunas funciones, pero el pólipo canceroso en el colon se le retiró íntegro, y afortunadamente no hizo falta ningún tratamiento adicional”, explicó Álvaro Domingo.
Luego de su recuperación, el artista planea seguir adelante con su agenda de trabajo de regresar a los escenarios, que incluyó una representación de Simón Boccanegra, en La Scala de Milán, el 16 de abril pasado.
Además tiene programadas actuaciones en Zúrich, Milán y Madrid, así como en Los Angeles, donde tiene previsto estrenar en septiembre Il Postino, cuya obra escribe el director mexicano Daniel Catán y Domingo llevará el rol principal.
Álvaro Domingo comentó que además de su actuación en Durango ya le han solicitado otros conciertos a su padre, a propósito de la celebración del Centenario y Bicentenario de la Revolución e Independencia de México. Reveló que otro de los proyectos que tiene pendiente el tenor es dar seguimiento a la grabación de otro poema del papa Juan Pablo II, a quien rindió tributo en “Amore infinito”.