Defensores de los inmigrantes y líderes locales preparan una demanda en los tribunales contra la polémica nueva ley en Arizona que exige que la policía interrogue a cualquier persona que sospechen está de forma ilegal en el país.
El reverendo Al Sharpton, conocido activista de los derechos civiles, anunció que prepara una demanda civil contra la medida, que argumenta incrementará la discriminación y las detenciones con prejuicio racial.
'No podemos permitir que las personas sean arbitraria y unilateralmente tratados como sospechosos por el color de su piel', dijo Sharpton en una rueda de prensa el domingo.
Entre tanto legisladores locales preparan una resolución estatal para pedirle al presidente estadunidense Barack Obama que el Departamento de Justicia elimine esta ley.
'Es una ley injusta. Se está diciendo que la xenofobia es aceptable. No solo afecta a los latinos sino a todo el movimiento de derechos civiles', dijo José Peralta, asambleísta de Queens, uno de los condados con mayor diversidad de inmigrantes en el país.
Sharpton aseguró que movilizará a personas de todo el país hacia Arizona para que marchen por sus calles sin documentos de identificación y que se sometan a una detención.
La promulgación de la ley ha hecho que cada día más miembros de la comunidad y organizaciones se unan en una misma voz de repudio contra una medida diseñada para castigar y criminalizar a los inmigrantes indocumentados en Arizona.
La Unión de Libertades Civiles de Nueva York hizo de nuevo un llamado a la comunidad a participar de forma masiva en una movilización a nivel nacional el primero de mayo para exigir una reforma migratoria y la protección de los derechos civiles.
'Es una situación insostenible. Necesitamos un camino a la ciudadanía para los indocumentados, que la policía local no detenga a los inmigrantes, restablecer el debido proceso y la revisión judicial en el sistema', señaló la organización en un comunicado.
Agregó que la nación necesita alternativas en el sistema de detenciones en inmigración y que no haya tarjetas de identidad obligatoria para los estadunidenses.
Por su parte, la bancada de senadores estatales latinos y puertorriqueños rechazó la medida que convierte en criminales a los indocumentados, aunque señalaron la esperanza que esto motive a los miembros del Congreso a que aprueben una reforma humana y comprensiva de inmigración.
'Es ingenuo creer que la policía de Arizona puede resolver el problema en las fronteras, la explotación de trabajadores indocumentados y el consumo en los sistema de educación y salud, promoviendo el miedo en los hispanos de Arizona que atraigan la atención de la policía', dijo Rubén Díaz, presidente de la bancada.
Tras la promulgación de la ley SB 1070 el pasado viernes varias protestas y movilizaciones en su contra se han desarrollado en varias ciudades del país.
Los manifestantes dicen que si no hay un acción inmediata, temen que más estados impongan leyes similares contra los inmigrantes. La ley entrará en vigor a principios de agosto.