Se acaba. El ejido está en vías de extinción, dice dirigente campesino.
"El plan gubernamental funcionó". En la práctica el ejido está desaparecido, pues sólo el 20 por ciento de los ejidatarios trabajan la tierra en La Laguna, el 50 por ciento la tiene rentada y el 30 restante ya vendió, asegura Luis López Álvarez, coordinador de la Central Campesina Cardenista (CCC).
La desaparición del ejido es irreversible, dice, pues por todos lados les pegan; el Procampo no llega, la Financiera Rural no entrega los créditos con oportunidad y los campesinos no ganan.