NIETO
Mi corazón de niña se identificó contigo
Somos dos almitas con una sed de amor,
Tú con tus niñadas, yo con mis ideales
Siempre congeniamos, fuera las edades.
Como un caballero tú me enamorabas,
Y con tu mirada fija, siempre me escuchabas,
Y de esa mente niña brotaba un piropo
Y como podías, siempre lo soltabas.
Los misterios abstractos sí tienen un nombre,
Yo era aquí tu madre, abuela y amante;
Y con algo que posee un atributo radiante
Mi panorama siempre pintabas de color.
Y así amortiguando el peso en la balanza
Y con tu mirada, llena de candor
Somos amalgama que emana música y destila amor,
Tú eres el único dueño de mi esperanza.