El Año Nuevo del Tigre se inició con polémica en la provincia suroriental china de Jiangxi, donde los gobiernos comunistas de numerosas ciudades decidieron gastar parte de sus presupuestos en llamadas telefónicas a todos sus ciudadanos para felicitarles por la festividad.
Según contó la agencia oficial Xinhua, muchos de los habitantes de la provincia quedaron perplejos esta semana al recibir una llamada telefónica de tres minutos en la que, a través de una grabación, el alcalde o algún conocido líder comunista local les felicitaba el año nuevo, que en China se inició el 14 de febrero.
Muchos ciudadanos de la provincia, una de las más pobres del este del país, mostraron especialmente a través de Internet su malestar, por el gasto superfluo de las llamadas para las arcas locales.
Se calcula que los líderes locales han hecho a través de centralitas millones de llamadas, a un coste de alrededor de 10 céntimos de yuan (1.5 centavos de dólar, o un céntimo de euro) cada una.
Además, en China las llamadas a móvil son sufragadas a medias por el emisor y el receptor de la llamada, por lo que a algunos felicitados incluso les habrá tocado pagar el "detalle" de sus gobernantes.
Ante las quejas, algunos gobiernos de la provincia se han defendido señalando que el gesto se tomó para acercarse al pueblo, y que el coste de las felicitaciones telefónicas es menor que el que suponen medios más tradicionales como la televisión o los periódicos.
El país asiático está prácticamente paralizado esta semana en la principal fiesta del año para la cultura china, y en la que en esta ocasión los chinos despidieron el Año del Buey y dieron la bienvenida al del Tigre, un signo bajo el cual se recomienda, según la tradición, no casarse ni tener hijos.
