Los incidentes aislados empezaron casi al final del encuentro, cuando ya estaba prácticamente dictada la sentencia entre Santos y Monterrey, superando estos últimos a los locales por 2 goles a 1. (Ramón Sotomayor)
Ni eran todos los que se esperaban, ni ocasionaron tanta bronca como se auguraba. Al final, los "rayados" salieron tan eufóricos y tranquilos, que el operativo más bien se enfocó en calmar los ánimos de los frustrados aficionados santistas.
Y es que las butacas "apartadas" para "La Adicción" ni siquiera se ocuparon a la mitad, así que los elementos de Seguridad Pública y Seguridad Privada no tuvieron mayor problema en cumplir con su labor.
Los que sí dieron uno que otro "susto" fueron los aficionados Guerreros, en su mayoría al aventar líquidos y otros objetos a los aficionados de al lado o a los mismos encargados de la seguridad del Estadio Corona.
Pero cabe aclarar que los incidentes aislados empezaron casi al final del encuentro, cuando ya estaba prácticamente dictada la sentencia entre Santos y Monterrey, superando estos últimos a los locales por 2 goles a 1.
Una corretiza por el lado norte del estadio, otra por el lado sur y una más en el área de plateas. En todos los casos para "aplacar" a enardecidos asistentes que traían ganas de pelear. Por supuesto, no faltaron los que se amontonaron en el túnel de salida de los jugadores para reclamarles su actuación y el resultado que a ningún lagunero gustó.
Porque "con Monterrey no, con cualquier otro equipo se vale, pero con los regios no se puede perder", iban comentando cabizbajos los integrantes de una familia albiverde mientras abandonaban apresuradamente el área de Peñoles Norte.
"Duele, y duele en serio", platicaban otros aficionados mientras terminaban su "servicio" en el área de plateas. "Dos al hilo, no ma..., ¿así vamos a festejar el aniversario (del TSM)?".
Eso sí, para evitar cualquier roce entre rayados y albiverdes los elementos de seguridad escoltaron en todo momento a la porra visitante y la sacaron 10 minutos antes de que el árbitro pitara el final.
Además, esperaron a la entrada del Territorio Santos Modelo a los camiones que arribaron desde Monterrey; pacientemente revisaron uno a uno a cada aficionado y los mantuvieron en las afueras hasta poco antes de que iniciara el partido. Situación que por poco y no aguantaban los regios, pues apenas el autobús detenía su marcha, los de "La Adicción" querían poner un pie afuera para empezar con la fiesta.
Sin embargo, el orden nunca se rompió y así continuó hasta la salida, donde nuevamente fueron escoltados sus transportes y pudieron retirarse del territorio santista sin mayor contratiempo que una rechifla, una que otra "recordada" del 10 de mayo y no faltó al que le tocara una "bañadita" de líquidos, lo común en un partido tan "caliente" como el de Santos y Monterrey, el que ya se considera un clásico norteño, en opinión de muchos superando en expectativas, en nivel futbolístico y en ambiente al clásico mexicano entre América y Chivas, que precisamente se llevará a cabo hoy.
Siete años tenía Monterrey sin ganar en territorio guerrero, por eso la frustración y el enojo al perder el clásico norteño.