Para ayudarnos a mantener nuestra figura en forma, existen ayudas como los aeróbicos y ejercicios físicos básicos; pero ¿dónde están esos síntomas de gimnasia mental para conservar nuestra mente en excelentes condiciones?
Programas técnicos profesionales ofrecen una serie de siete ejercicios diseñados para enriquecer tu imaginación y que seas más capaz de resolver un problema.
¿Estás lista? Empecemos:
1.-Voltea el problema al revés. Estúdialo desde una nueva perspectiva.
2.- Confronta tus propias suposiciones. Es difícil, pero trata de actuar como el abogado del diablo. Pregúntate: ¿tiene que ser de esta manera?, ¿quién lo dice?, ¿por qué?
3.- Divídelo en partes. ¿Qué tienen en común las partes?, ¿cuál es la relación entre éstas?, ¿qué pasa si cambias una?
4.- Altera el orden una vez que ya estés familiarizada con el problema. Desordena las partes y alínealas.
5.- Encuentra la analogía. ¿En qué se parece a otro problema ya resuelto?
6.- Acota tus pensamientos volátiles. Lleva una libreta contigo. Cuando una idea pasajera llega a tu imaginación, escríbela. Revisa tus anotaciones una vez a la semana. Elimina lo "chafa".
7.- Actúa a tus anchas. Desecha tus inhibiciones intelectuales; por ejemplo, pregúntale: "Si los rayos cósmicos arrugaran los papeles en la oficina, ¿qué harían? ¿Cómo resolvería un niño de ocho años este problema? Si tuvieras que recabar en una semana cierta información muy difícil de encontrar, ¿qué harías?
Ahora ya tienes siete claves. Agrega esta gimnasia mental a tu rutina diaria. Te ayudarán a acondicionar tu mente y a estirar tu imaginación.
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