RETRASOS
Apreciables lectores:
No es ningún secreto, aun entre las asistentes muy eficientes, posponer algunas veces hasta el último momento, la atención que deben prestar a un proyecto. Un famoso psicólogo explica que en muchos casos estos retrasos se deben a un temor de no poder hacerlo bien. El problema se aviva en sí, cada día que pospones el asunto y el proceso va tomando otro giro. En otras palabras lo que el martes parecía una tarea un tanto difícil, el viernes parece verse como una cirugía de huesos sin anestesia y ahora te sientes aún más inclinada a seguirlo postergando.
DIVIDE Y CONQUISTA
Hay ciertas disciplinas que pueden ayudarte a cambiar tus métodos de trabajo. Si dejas para después un asunto, llega el momento que tienes que hacerlo, y esta decisión la tomas a última hora cuando el asunto ya se convirtió en un monstruo. Pero si lo divides en partes todo te será más fácil. Lo práctico de esta técnica es que dando un paso a la vez se facilita el siguiente.
SABOREA EL PLACER DEL ORDEN
Descubre la serenidad y alivio que se sienten cuando los preparativos previos se planean con su debida anticipación. Tres días antes de la fecha límite vas a estar lista para echar a andar el proyecto cuando todo está en perfecto orden. Una vez que te acostumbres a usar la técnica del ordenamiento, vas a disfrutar de una serenidad y un alivio increíbles.
USO APROPIADO DEL TIEMPO
Tú programas tus horarios para tus tareas básicas y para los asuntos particularmente importantes, pero a veces surgen complicaciones. Alguien se queda, alguien renuncia, un proyecto se complica y tu día se trastorna. En estos días parece que el tiempo no rinde para lo importante. Recuerda que en el trabajo la estabilidad no es lo normal, que hay muchos cambios y tú tienes que estar muy consciente del manejo de tu tiempo, éste debe avenirse a tus necesidades, obedecer a tus requisitos.
TOMA DE DECISIONES
Inicialmente el tomar una decisión al momento parece alarmante; pero si eres experta en tu trabajo y responsable, son razones suficientes para que puedas decidir algo al momento (a no ser que tengas que consultar con alguna autoridad). Cuando retrasamos nuestra respuesta lo hacemos por el hábito que tenemos de posponer. Empieza a tomar decisiones instantáneas en cuestiones que más tarde puedas cambiar de opinión.
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