El hacer preguntas es una de las técnicas más sencillas que puedes emplear para obtener la información necesaria en el buen desempeño de tus tareas. En los siguientes ejemplos de los diferentes tipos de preguntas y el cómo articularlas es muy importante.
PREGUNTAS ESTIMULANTES
Éstas animan a las personas a expresar con libertad sus verdaderos sentimientos.
Si es genuino tu interés por obtener información, tu tono debe ser muy convincente.
PREGUNTAS PERSUASIVAS
Éstas motivan a la persona a expresar con libertad sus verdaderos sentimientos. Si es sincera tu intención, tu tono será muy estimulante.
PREGUNTAS GUÍAS
Da instrucciones, pero no en sentido restrictivo: “¿Cómo fue que encontraste la solución?”. Es una pregunta que simultáneamente reconoce que la persona solucionó un problema y que tú quieres saber cómo lo logró.
PREGUNTAS RAZONABLES
Éstas reducen la posibilidad de una respuesta emocional y alienta a la persona a hacer uso del pensamiento racional. Las preguntas que revelan tu inquietud causan ansiedad en otros y obstruyen la información.
PREGUNTAS ORGANIZADAS
Son aquéllas que son conformadas con una secuencia lógica e invitan a respuestas juiciosas: “¿Qué podrías sugerir en este primer punto?”. Con esta pregunta estás indicando que vas a hacer otras preguntas –una a la vez.
PREGUNTAS PARTICIPATIVAS
Sugieren una inmediata e importante contribución para la persona que responde: “Tu participación será de gran ayuda”, “¿Qué recomiendas?”. Expresadas con sinceridad, estas preguntas propician la confianza.
PREGUNTAS INVESTIGADORAS
Pueden hacerse cuando se quiere conocer los sentimientos, actitudes e impresiones de la persona. Sin aparentar curiosidad, ésta puede ser una manera de formularla: “¿Desde tu punto de vista, qué sugieres que deberíamos hacer y por qué?”.
Las preguntas hechas con propiedad abren las líneas de la comunicación.
La información que obtengas dependerá de qué clase de preguntas haces y cómo las haces.
Agradeceremos nos envíes tu opinión a: institutomariaistina@prodigy.net.mx