¿Eres una soñadora? ¿Las líneas de un correo electrónico que estás enviando, algunas veces se desvanecen en las olas del mar en una playa tropical? ¿Las columnas de números desaparecen cuando te imaginas que te están llamando para ofrecerte un aumento de sueldo o una promoción?
Las ensoñaciones, ya sean de escape o de logro de éxitos, contribuyen positivamente a nuestro bienestar emocional. Si las eliminamos estaremos menos capacitadas para sobrellevar las presiones de nuestra existencia diaria.
Muchas personas en el mundo empresarial piensan que el soñar despiertos les transmite energía mental y les ayuda a recordar tareas, objetivos y obligaciones que podrían descuidar.
Los trabajadores atados a una rutina afirman que el divagar por un rato, los estimula a mantenerse interesados en su trabajo durante largos periodos de tiempo.
Algunos psicoterapistas afirman que el soñar despierto funciona más que una barrera contra el estrés o el aburrimiento (fastidio); por el contrario, más bien favorece nuestros poderes de concentración y aun a nuestro crecimiento intelectual. Un buen número de figuras del deporte deliberadamente sueñan despiertos para mejorar sus actuaciones.
Ésta es la teoría del doctor Harry Emerson: "Una gran vida comienza colgando en la imaginación, un retrato de lo que a la persona le gustaría hacer o ser". "Retrátate como triunfadora y eso contribuirá inmensurablemente a tu éxito. Si lo haces como perdedora eso hará la victoria imposible. Si no lo haces de una u otra manera tu vida se irá a la deriva.
El investigador creativo Raudsepp sugiere que te grabes los detalles de tu figura exitosa, que sueñes despierta cuando estés sola y sin interrupciones. Que trates de darte unas vacaciones de diez a quince minutos o un viaje a tu ego todos los días. Una vez que empieces a vivir con tus sueños, a introducirlos como parte de tu día cotidiano, vas a lograr hacerlos parte de tu realidad.
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