Según un famoso instructor, la actitud abarca todo, es un instrumento poderoso para lograr acciones positivas. Está entrelazada con todo lo que haces, es tu más preciada posesión. Lo ventajoso es que no tienes que comprarla, pero sí perfeccionarla. Para transformar tu actitud en acciones necesitas aceptar cierta responsabilidad.
No todos tenemos el mismo tipo de actitudes: en algunas personas éstas los impulsan a aceptar retos, vencer obstáculos y lograr sus objetivos; otras tienen actitudes que son como anclas, que las desaceleran o paralizan.
La actitud puede transformarse cambiando tus perspectivas; lo haces cuando comprendes que debes vivir tu vida con un propósito y cierta pasión, tener una visión personal y considera tus metas y cuáles serán los obstáculos en el proceso. Descubre qué tan motivada estás, analizando tus afirmaciones, entusiasmo, humor y espiritualidad.
Todas necesitamos relaciones que nos respalden para superar situaciones complicadas; relaciones que nos beneficien, visiones y valores compartidos. Uno de los más grandes retos para lograr una actitud positiva es el cambio; ya sea cambio de trabajo, de relaciones o de estatus económico. Generalmente, adoptamos una actitud "venga lo que venga" cuando lo enfrentamos. Si la actitud es tan importante, debemos entender su significado -un estado de la mente.
La más poderosa computadora en el mundo, es la computadora humana; nuestra programación viene a través de lo que oímos, vemos y decimos. Podemos ser programados para el éxito o para el fracaso con base en qué tan bien monitoreamos los portales del oído, los ojos y la boca. Lo que vemos a través del portal visual va directamente a nuestro espíritu, teniendo efecto, casi siempre, en nuestro estado de ánimo, bienestar y actitud. De la misma manera lo que oímos por medio del portal auditivo, tiene el poder de alentarnos o desalentarnos. Finalmente, el portal vocal nos habla al corazón, como dice el proverbio: "A través de tu boca, hablará tu corazón". Nuestras palabras tienen un tremendo impacto en nuestra actitud y en la actitud de los demás. Nuestra actitud afecta todo lo que hacemos.
Con cierta frecuencia nos sometemos a exámenes médicos y llevamos nuestro coche a revisiones periódicas, sin embargo, no somos tan cuidadosos en monitorear las actitudes que están afectando nuestra salud mental.
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