Mucho se ha escrito acerca de la cualidad mágica de "vivir el momento", sin embargo, éste es uno de esos hábitos de sabiduría difíciles de adquirir. Al estar enfocada en el momento, vas a notar beneficios evidentes en tu vida laboral. Vas a estar mucho menos estresada y apresurada. También vas a disfrutar de tu trabajo, a escuchar mucho mejor; serás más eficiente.
Con frecuencia nuestra atención divaga en el futuro. Pensamos y nos preocupamos por varias cosas a la vez, problemas potenciales, planes para el fin de semana, reacciones en divergencias y cosas que es probable que resulten mal en nuestro trabajo. Muchas veces nos convencemos por adelantado de lo difícil que va a resultar cierta tarea.
Nuestra atención también se desvía hacia el pasado -lamentamos los errores que cometimos la semana pasada o una discusión que tuvimos esta mañana- ya sea que se trate del futuro o del pasado, generalmente encontramos una manera para imaginarnos lo peor.
Toda esta actividad mental sucede, sin duda alguna, mientras supuestamente estamos trabajando; pero ¿qué tan eficientes somos realmente, cuando nuestras mentes están prácticamente donde no deberían estar? Una sola hora de concentración en un trabajo es igual en productividad a un día completo de distracción.
Esta cualidad de estar enfocada en una cosa a la vez, te proporciona más claridad para darte cuenta de lo que está pasando a tu alrededor; siempre habrá distracciones externas -llamadas telefónicas, interrupciones, citas, etc. el elemento clave es tu rapidez en volver a retomar lo que estabas haciendo.
Aun más que el aumento en tu eficiencia, al estar verdaderamente presente en la oficina vas a encontrar muchas satisfacciones. Hay algo de magia cuando estás completamente entregada en lo que estás haciendo, esto aumenta tu bienestar.
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