Labores. Barcos trabajan en el sitio del derrame de petróleo de Horizonte Deepwater en Golfo de México.
La ausencia de fugas en el pozo que derramaba petróleo en el Golfo de México fue una noticia alentadora para BP ayer, casi dos días después de colocar una nueva campana gigante para intentar contener la salida del crudo.
Kent Wells, vicepresidente de BP PLC, dijo que tras una serie de pruebas de presión, temperatura, sonido, y otros indicadores, no hay evidencias que se escape crudo por la superficie marina o por ninguna otra parte del pozo.
La posibilidad de un nuevo derrame submarino causaba gran preocupación, porque si el petróleo salía a través del suelo marino sería más difícil de controlar y pondría en peligro los planes de un tapón permanente.
"Nos sentimos más cómodos", dijo Wells durante una conferencia telefónica, pero advirtió: "La prueba no ha terminado".
Wells dijo que aún no habían decidido si reabrirán la tapa y dejarán que el crudo salga cuando culmine el periodo de prueba del embudo ayer cerca de las 19:30 GMT.
Esa decisión será tomada por Thad Allen de la Guardia Costera, designado por el Gobierno para manejar el desastre.
BP cerró las válvulas de la tapa el jueves, deteniendo el flujo de petróleo por primera vez desde el 20 de abril, cuando explotó la plataforma que BP había alquilado en el Golfo de México. En el accidente murieron 11 trabajadores y se disparó el derrame a mil 524 metros por debajo del mar.
Mientras la tapa actuaba como una especie de corcho gigante que impedía la salida del crudo, científicos observaban atentos ante la posibilidad que la presión causara nuevas fugas en el tubo del pozo y en la superficie submarina cercana, pues esto empeoraría aún más el desastre.
Luego de más 41 horas, la presión era de casi 474 kilopondios por centímetro cuadrado y aumentaba lentamente, señaló Allen.
Wells también indicó que BP avanzaba con su solución para detener permanentemente el derrame, un poso de alivio.
EXTIENDEN PRUEBAS 24 HORAS Por otro lado, se informó que la prueba realizada por BP a la campana se prolongará 24 horas más.
Allen dijo que BP seguirá observando el tapón durante otras 24 horas.
Centro de Guardia Costera sigue lucha
La enorme mancha de crudo que se ha extendido sobre el Golfo de México es el enfoque del centro de comando de la Guardia Costera del sur de Louisiana las 24 horas al día. El petróleo mancha los mapas colgados en los muros blancos. Las computadoras muestran imágenes de satélite del crudo flotando en el mar, como una masa de color magenta que parece más bien una isla entera.
Roger Laferriere, capitán de la Guardia Costera, controla este centro de comando, coordinando un proyecto de limpieza sin precedentes del derrame de petróleo en la costa de Louisiana.
Hay otros centros como éste en Mobile, Alabama, y Miami, pero ninguno tiene más empleados, equipamiento, o "La Mancha" - tal y como Laferriere y sus empleados llaman al crudo derramado -. La base está en el interior de lo que antes era un centro de entrenamiento de BP para producción petrolífera en mar abierto.
Un día cualquiera, unas 40,000 personas trabajan a lo largo de la Costa del Golfo para controlar hacia donde se dirige el petróleo, llevar a cabo maniobras de protección y limpiar las costas.