Jalisco, Campeche y Veracruz tienen las playas más contaminadas del país, lo que pone en riesgo a bañistas nacionales y extranjeros que visitan esos destinos turísticos, alertó Greenpeace al presentar su ranking de las 10 playas más sucias 2009-2010.
A pocos días de que inicie el periodo vacacional de verano, la organización ambientalista denunció que las playas de Boca de Tomatlán, Mismaloya y playa del Cuale, en Jalisco; playa Maniagua, en Campeche; José Martí, Iguana Norte, Penacho del Indio, playa de Hornos y playa Regatas, en Veracruz, están entre las más contaminadas desde inicio de 2009 y hasta la primera quincena de junio de este año.
Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos y costas de Greenpeace, explicó que las playas que se incluyen en el ranking rebasaron más de 10 veces los límites máximos permisibles de riesgo sanitario, con base en los criterios de la OMS y la norma de certificación de playas, desde el inicio de 2009 hasta junio 15 de este año.
En ambas mediciones, dijo Greenpeace en un comunicado, se establece que una playa está contaminada cuando en sus aguas existen más de 100 enterococos por cada 100 mililitros (NMP/100 mL).
Estos datos, explicó, son más estrictos que los de Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Detalló que Semarnat y Cofepris, tienen criterios diferentes "y más laxos" que los establecidos en la OMS y la norma mexicana.
Semarnat establece en 500 enterococos NMP/100 mL el límite máximo para declarar un riesgo sanitario. En 2007, agregó, muestreaba 318 playas, sin embargo, ahora sólo muestrea 41 playas nombrándolas como prioritarias.
Para la OMS, nadar en aguas de mar con una concentración de apenas 137 enterococos NMP/100 ml equivale a tener contacto con familiares enfermos; y hacerlo en aguas con 500 enterococos NPM/100 ml es un problema de salud pública.
Al menos 25 por ciento de las personas expuestas a dichas concentraciones contraerá enfermedades en la piel, 10 por ciento tendrá problemas gastrointestinales y 3.9 por ciento adquirirá enfermedades respiratorias agudas.