El presidente depuesto de Kirguistán dijo el martes que renunciará si las autoridades interinas garantizan su seguridad, y el jefe del servicio de seguridad del país se declaró dispuesto a hacer esa promesa.
Estas declaraciones apuntarían a una solución del conflicto que remece el país del Asia central desde hace una semana, cuando el presidente Kurmanbek Bakiyev huyó de la capital durante una sangrienta insurrección en la que murieron al menos 83 personas. Las tensiones en la empobrecida nación preocupan a Estados Unidos y Rusia, que tienen bases militares allí.
Por su parte, la jefa del gobierno interino dijo a The Associated Press que extenderá el arriendo de la base aérea de Estados Unidos, una instalación crucial para la guerra en Afganistán.
Roza Otunbayeva dijo en entrevista con la AP que el arriendo se extenderá automáticamente cuando venza el plazo actual en julio, pero no aclaró por cuánto tiempo.
Bakiyev dijo en conferencia de prensa, en la aldea sureña donde se refugió, que renunciaría si se garantizara la seguridad suya y de su familia.
Poco después, el jefe del servicio de seguridad del gobierno interino, Keneshbek Duishebayev, dijo: "Estamos listos para garantizar su seguridad y la de su familia".
Otunbayeva a su vez dijo que dará esas garantías al presidente depuesto si renuncia y se va del país.
Duishebayev declinó responder cuando se le preguntó concretamente sobre el hermano y el hijo de Bakiyev. Esos hombres están entre los familiares del depuesto presidente más a menudo acusados de acumular una enorme fortuna. Las denuncias de corrupción fueron cumplieron un papel principal en los sucesos que concluyeron con la fuga del presidente de la capital.
Bakiyev no dio detalles de qué tipo de garantías de seguridad deseaba. Las figuras de la oposición que formaron un gobierno interino luego que él huyese de la capital le habían ofrecido previamente una salida segura del país, pero Bakiyev no ha mostrado intenciones de salir de Kirguistán y existen dudas que algún país le acepte.
Bakiyev hizo su oferta de renuncia horas después de haber realizado un acto con unos 5.000 partidarios al parecer para probar cuánto apoyo podía conseguir para resistirse a la oposición. Existen muchas dudas de que él tenga suficiente lealtad entre las fuerzas de seguridad para ofrecer una resistencia seria.
