Funcionarios de la administración Obama presionan para que el Departamento de Justicia adopte el 'extraordinario paso' de una demanda contra la nueva ley de Arizona, que podría ser en mayo, informó hoy el diario The Washington Post.
El periódico, que citó fuentes del gobierno, indicó que el Departamento de Justicia podría interponer la demanda legal a principios o mediados de mayo próximo, antes de que la ley antiinmigrante entre en vigor.
'Funcionarios de la administración Obama están urgiendo el paso extraordinario de demandar a Arizona por su nueva legislación, y el Departamento de Justicia está considerando esa acción para evitar que la ley entre en vigor', reportó el rotativo.
Un funcionario dijo al periódico que dado que la ley ya fue promulgada por la gobernadora de Arizona, Jan Brewer 'con mucha pompa y circunstancia, no existe una manera amigable de ponerle fin'.
'El presidente (Obama) ha tenido fuertes palabras y el procurador general ha tenido también fuertes palabras (sobre la ley)', comentó la fuente citada de manera anónima por el diario.
The Washington Post subrayó que una de las razones legales considerada para la demanda es la doctrina de 'anticipación', argumentando que la ley estatal invade un área que es responsabilidad del gobierno federal.
Promulgada el pasado 23 de abril, la ley autoriza a la policía de Arizona a interrogar sobre la situación migratoria de cualquier persona sobre la cual tenga 'sospecha razonable' de estar de manera ilegal en el país.
Además establece que la presencia de un indocumentado en Arizona configura el delito criminal de 'traspaso', que conlleva una pena de hasta seis meses de prisión y el pago de una multa.
En un editorial el diario calificó la ley como una herramienta para acosar a los inmigrantes en los cuales 'el Estado descansó en tiempo felices para mantener el boom en la construcción de hoteles y hospitales'.
Consideró que la ley es mala por varias razones, incluyendo el hecho de que alienta la discriminación basada en el perfil racial de las personas y bajo el pretexto de la 'sospecha razonable'.
'El efecto real de este lenguaje será forzar a las policías locales a utilizar el color de la piel, el acento o la capacidad limitada en el inglés como bases de sospecha', señaló.
El rotativo anticipó que la nueva ley distraerá a las policías de su obligación principal y las colocará en un dilema ante el prospecto de ser multados si ignoran su cumplimiento.
Además de eso, 'emponzoñará las relaciones de la policía con las comunidades de inmigrantes'.
The Washington Post indicó que si bien la ley infiere con una responsabilidad del gobierno federal, representa a la vez un testamento del fracaso de Washington para implementar una verdadera reforma migratoria.
'Hasta que el Congreso actúe, otros estados y localidades se sentirán tentadas a imitar el desatino de Arizona o algo peor', advirtió.