Las mujeres que descuidan su alimentación durante el embarazo y caen en problemas de sobrepeso tendrán niños con tendencia a la obesidad, porque llevarán una disposición genética al nacer, señaló una especialista del IMSS.
La coordinadora de la Clínica de Obesidad Infantil del Hospital de Zona 33 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Marcela Vallejo, manifestó que esta es la causa por la que las medidas preventivas contra la obesidad en una persona deben iniciar desde el embarazo de la madre.
Detalló que 'si la madre lleva una alimentación saludable durante el embarazo y no muestra signos de sobrepeso ni obesidad, no le estará heredando al bebé la predisposición genética y esto ya representará una gran ventaja para la salud del menor'.
Explicó que a partir de ahí, siguen siendo relevantes los cuidados en la niñez, ya que la generación infantil actual no escapa del daño causado por la obesidad, cuyas consecuencias pueden llegar a ser dramáticas.
La pediatra resaltó que en la actualidad, en la Clínica de Obesidad Infantil se tratan niños con problemas que antes eran exclusivos de la población adulta, como la hipertensión arterial y la diabetes de distintos tipos.
Explicó que un aspecto que no favorece a la población infantil es el sedentarismo, ya que los niños del pasado llevaban implícito en sus juegos el correr y hacer mucho ejercicio, mientras que ahora ese tiempo se sustituye en gran medida por estar sentados frente a una computadora o videojuegos.
Detalló que en el hospital 'los pequeños con este tipo de padecimientos son atendidos por un grupo multidisciplinario de pediatras, nutriólogos, trabajadores sociales y psicólogos que realizan esfuerzos permanentes por darles una atención integral e incorporarlos a un estilo de vida más saludable'.
La Clínica de Obesidad Infantil, resaltó, capta de la consulta externa a niños a quienes se les diagnostica este padecimiento, y actualmente cuenta con 76 menores a quienes junto con sus padres cada mes se les habla sobre causas y consecuencias del sobrepeso y obesidad.
Asimismo, los participantes también son involucrados en dinámicas de ejercitación física, con técnicas sencillas y efectivas que pueden practicar en su casa, además mantenerlos en supervisión permanente.
La obesidad en general es un problema de salud pública, y los niños son una población altamente vulnerable por depender en gran parte de los adultos para la selección y preparación de los alimentos que consumen y en general, de la cultura en que se encuentran, enfatizó.
Destacó que estos niños además de sufrir las consecuencias físicas de su obesidad, también son afectados emocionalmente al ser objeto de burla por parte de otros menores, por lo tanto se busca ofrecerles una recuperación física, mental y social.
