Problemas. El magistrado presidente de Tribunal Superior de Justicia, Apolonio Betancourt Ruiz, refirió que existen experiencias de juicios intestamentarios que se prolongan hasta por 12 años.
Por cada persona que hace su testamento, hay diez que nunca tomaron esta previsión y llevan a severos conflictos a sus familias, que pueden prolongarse hasta por 12 años.
De acuerdo con la estadística de juicios más comunes en el estado, en el periodo de enero a septiembre del 2010 se iniciaron mil 215 juicios intestamentarios, es decir, de personas que murieron sin hacer su testamento para repartir los bienes y que pusieron a la familia en confrontación para reclamar la repartición de bienes.
La cifra es diametralmente opuesta en materia de juicios testamentarios, pues en los primeros nueve meses de este año se contabilizaron apenas 175 juicios iniciados. Esto significa que cerca de una décima parte de las personas realmente toma esta previsión, en comparación con las que lo omitieron.
LAS DIFERENCIAS
Apolonio Betancourt Ruiz, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, advirtió que omitir un testamento lleva a familias a severos conflictos, genera gastos e incertidumbre de cómo deben aplicarse los recursos o patrimonio del finado, pues suele suceder que es en esos momentos cuando aparecen familiares que en vida lo procuraron poco y al momento de repartir los bienes quieren ser beneficiados.
La falta de este documento da pie a un juicio intestamentario para que la ley determine quién debe hacer uso de los recursos de la persona que falleció y cómo debe distribuirse dicho recurso.
El contraste es evidente: un juicio testamentario es un mero procedimiento que puede ser cuestión de días, mientras que del intestamentario hay casos que se extienden más allá de una década con todo el conflicto de derechos que esto conlleva.
NO ES PARA LA VEJEZ
Consideró que hace falta una campaña de cultura jurídica por el testamento, al ser un documento que da certeza jurídica al patrimonio de cada persona y que no necesariamente tiene que hacerse cuando se llega a la vejez.
"El testamento debe ser siempre una cuestión de aseguramiento de qué hacer con el patrimonio de una persona. En un testamento se da la certeza jurídica de quién debe disponer de esos bienes", complementó el titular de Tribunal Superior de Justicia.
Betancourt Ruiz enfatizó que es obligación de cualquier notario público ofrecer las indicaciones y orientación de cómo debe hacerse un testamento eficaz.