Profesional. Las dos cirugías exitosas representan un avance para la medicina en Durango y prestigio para la institución.
A sus 19 años, Samael Valles Galván recibió de nueva cuenta el regalo más grande: la vida, cuando su padre Felipe Valles Hernández le donó un riñón.
Con ello el Hospital General de Durango consumó el primer trasplante de riñón de un organismo vivo a otro.
Patricia Herrera Gutiérrez, titular de la Secretaría de Salud (Ssa), explicó que Samael Valles Galván sufría desde hace meses un problema de síndrome urémico; se le practicaban tres diálisis a la semana y su única expectativa de mejorar su calidad de vida era el trasplante de riñón.
Debido a la urgencia del estado de salud del joven y a que la oportunidad no se presentó con la velocidad requerida, se optó por aceptar la subvención de un familiar directo, su padre.
Herrera Gutiérrez detalló que luego de los trámites y formalismos preoperatorios, se llegó a un punto en donde se puso en suerte a ambos protagonistas, y el resultado "es notoriamente positivo".
La doctora Martha Martínez Romo encabezó las cirugías, auxiliada por anestesiólogos, enfermeras especializadas e instrumentistas y demás personal.