Calle. Una de las más céntricas calles de Gómez Palacio lleva el nombre de Independencia, que antes se llamó Hidalgo, según detalla el cronista de esta centenaria ciudad.
Ahí comenzó el tranvía el tres de mayo de 1901, en su servicio original de Gómez Palacio a Lerdo y más tarde Lerdo-Gómez-Torreón
La Independencia, el gran movimiento nacional ocurrido hace 200 años y que cambió el rumbo del país, tiene también su nombre en una de las calles de Gómez Palacio, que antes se llamó Hidalgo.
El cronista Pablo Amaya Ramírez explica que la calle Independencia fue muy importante porque ahí comenzó el tranvía el tres de mayo de 1901, en su servicio original de Gómez Palacio a Lerdo y más tarde Lerdo-Gómez-Torreón, iniciando así el transporte motriz eléctrico entre las tres ciudades que forman hoy la zona conurbada.
"En la calle Independencia estaba instalada la compañía de tranvías eléctricos, las oficinas administrativas, bodegas y patios de dinamos, y en su trayecto se localiza la hoy Catedral Diocesana de Gómez Palacio", asegura el cronista de esta ciudad.
También se localizaba la plaza de armas y frente a ella la Embajada de España, los Almacenes Sordo, la ferretera de los Montemayor y los bancos de Nuevo León, de Chihuahua y de Durango. "La calle Independencia, antes Hidalgo, es parte de la historia centenaria de Gómez Palacio", dice el cronista.
Por otra parte, la historia señala que fue en el año de 1821 cuando se consumó la Independencia, iniciada 11 años antes. Ese año (1821), llegó a su fin el dominio español, que se prolongó por tres siglos, dominio que no formó de un modo total y absoluto a la nueva nación, pero que sí puso las bases para que las razas formadoras principales, la india y española, conviviesen y se unieran para dar lugar a la nueva humanidad mexicana.
El pueblo mexicano, lleno de contrastes y que estaba en plena formación histórica, buscó su independencia a principios del siglo XIX, en coincidencia con movimientos semejantes que ocurrieron por los mismos años en casi todas las demás colonias españolas de América.
Siendo la Independencia un hecho complicado en sus antecedentes y su posterior desenvolvimiento, no todo mundo, sobre todo en España, lo entendió lo suficiente. Incluso algunos no lo esperaban, y cuando se presentó, creyeron que era algo pasajero, que no prosperaría. Sólo unos comprendieron, desde antes de estallada la lucha, que las colonias llegarían tarde que temprano a la Independencia.
NACE "EL COLOSO"
Don Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda, ministro de Carlos III y uno de los principales jefes de la masonería española, indicó en varios documentos escritos en 1783 y 1786, que los recién nacidos Estados Unidos de Norteamérica -a cuya independencia ayudaron España y Francia por la enemistad que había con Inglaterra, se habrían de convertir pronto en un "coloso", y que era necesario prever el peligro que eso traería consigo para las colonias españolas, ya que éstas por una parte podrían seguir el ejemplo y querrían independizarse, o bien, ser absorbidas por Estados Unidos.
Para evitar que hubiera una independencia violenta, y hacerla, en cambio, de mutuo acuerdo, el conde proponía que el Rey Carlos III se deshiciera de diversas colonias americanas y se quedara sólo con Cuba y Puerto Rico. Con las más grandes, como Perú y Nueva España, por ejemplo, formara países independientes y a cada uno se pondría como rey a un infante de la Casa Real de España. Carlos III quedaría como Emperador y entre todos los monarcas del mismo origen se firmarían pactos de familia que permitirían establecer una especie de confederaciones de naciones de ascendencia hispánica.
En el movimiento de independencia influyó también, entre otras cosas, la oposición de los novoespañoles, en especial los criollos, en contra de los españoles peninsulares.
Algunos investigadores afirman que esa oposición fue resultado de que los puestos públicos o eclesiásticos más importantes se otorgaban de preferencia a los peninsulares, ya que el rey prefería a quienes por nacer en España le eran más conocidos y se presumía que más leales, aunque no siempre estuvieron excluidos los nacidos en América, pues hubo virreyes criollos y entre jueces y obispos hubo personas de origen americano.
Fue sobre todo, en el siglo XVIII, cuando en Nueva España, con más claridad que antes pudo percibirse ya el nacimiento de ese espíritu nacionalista o mexicano. Ni indio ni español, sino resultado de la unión de ambos, que tuvo en los criollos y mestizos a sus primeros representantes y después a las personas de las demás razas del país.
Grandes diferencias sociales, económicas y culturales había además en Nueva España, que era un serio contraste, como en tantos otros países del mundo, pues muy pocos poseían mucho y otros muchos poseían poco. Era muy perceptible la existencia de grandes masas de campesinos cuya situación económica y social era insuficiente, agravado por el latifundismo.
FUENTE; CRONISTA DE G.P.
PABLO AMAYA R.
Cronista
Movimiento
La Independencia marcó el cambio
⇒ Gran parte de la Iglesia apoyó el movimiento
⇒ Las enormes desigualdades sociales aceleraron el gran suceso
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