De nueva cuenta la Selección Nacional de Futbol fue exhibida en todas en sus líneas, pero ahora en el nuevo estadio Omnilife del Club Guadalajara ante su similar de Ecuador a la que enfrentó con motivo de los festejos del Bicentenario. El resultado fue 1-2 con goles del santista Cristian Benítez y Jaime Ayovi por los ecuatorianos, mientras que por los aztecas Luis Armando Checa metió en su propia portería ante un tiro del "Chicharito" Hernández que terminó siendo el de la honra para los mexicanos. Aunque pudo haber sido 1-5 a favor de Ecuador, ya que demostró un mejor nivel futbolístico ante una escuadra mexicana que si bien tuvo a la mayoría de los jugadores que participaron en el Mundial de Sudáfrica 2010 no logró funcionar ni a un cincuenta por ciento de su capacidad.
Parece que fue un sueño aquella tarde en Perú en el 2005 cuando los jóvenes de la Selección Sub-17 levantaron la Copa del Mundo al coronarse campeones en dicho certamen. Algunos jóvenes que brillaron en esa justa fueron: Giovanni Dos Santos, Carlos Vela, Efraín Juárez, César Villaluz, Ever Guzmán, algunos de ellos ya lograron consolidarse en la primera división pero algunos aún siguen sin dar ese estirón que los catapulte hacia otro país.
¿Cuál fue la fórmula secreta para ganar ese Campeonato Mundial? ¿Acaso habrán comprado la final? ¿Acaso fueron tocados por "la mano de Dios"? ¿La comida peruana tenía vitaminas especiales para su rendimiento óptimo? No, lo único diferente que ha ocurrido en esa selección fue el proceso que se llevó a cabo con esos jóvenes, ya que su formación duró cerca de tres años, durante ese tiempo llevados de la mano de Jesús Ramírez y no necesariamente les enseñó a jugar un futbol inexistente, ni nada del otro mundo, simplemente se concentró en formar un equipo ya fuera bueno o malo pero que se conociera y entendiera una forma de jugar, siendo ésta, la fórmula secreta para que se lograran coronar aquella tarde inolvidable en Perú.
Lo que en verdad significa proceso, según la Real Academia Española, son las fases sucesivas de un fenómeno que va hacia adelante y es una gran contradicción con lo que sucede en el futbol mexicano, no sólo en la Selección Mayor de Futbol sino también en la mayoría de los clubes mexicanos, ya que con el transcurrir de los años siguen llegando extranjeros a ocupar plazas que en teoría deberían ser aprovechadas por jóvenes mexicanos que no están allí por no tener la capacidad suficiente o porque simplemente no se les tiene la misma paciencia que a un extranjero.
La Federación Mexicana de Futbol con el objetivo de promover los valores de fuerzas básicas que vienen trabajando desde muy jóvenes, decretó la regla de los menores en la primera división, la cual consiste en que cada equipo debe acumular 1000 minutos cumplidos con la actividad de un menor de 20 años once meses, para que no se le sancione al final del torneo con una multa económica y con el retiro de tres puntos de la sumatoria general.
Hasta hoy con 4 jornadas transcurridas equipos como Chivas, Atlas, Querétaro, Tigres, Atlante y Morelia han cumplido la regla 20/11 mientras que 12 equipos más esperan lograr la meta antes de que termine el torneo Apertura 2010, ya que algunos de ellos si se les sancionara podrían meterse en serios problemas en el descenso. ¿Pero, estará funcionando esta regla? ¿O los equipos simplemente cumplen con la regla por miedo a la sanción? Ya que en las cinco jornadas disputadas se han debutado 18 jugadores siendo Chivas de Guadalajara el equipo con mayor aporte para la causa con tres debutantes.
Pero el contraste pasa con el Club Santos Laguna, ya que siendo el superlíder general tan sólo ha logrado sumar 195 minutos que lo mantienen en el sótano de la regla 20/11. Será casualidad que en los equipos exitosos no tienen cabida los jóvenes; por ejemplo los Rojinegros del Atlas, siendo uno de los equipos que ya cumplió con la regla 20/11 se encuentra en el fondo de la tabla general con tan sólo un punto, ya que no han podido combinar la juventud con los buenos resultados.
Jóvenes van, jóvenes vienen pero si no se logra seguir un proceso bien llevado será muy difícil que nuestro máximo representante del deporte a nivel internacional llegue a lograr una empresa igual o parecida de lo que se consiguió en Perú en el 2005.
Torneo tras torneo somos testigos de cómo llegan los extranjeros a triunfar en el futbol mexicano muchos de ellos pasan sin pena ni gloria, mientras que muchos jóvenes no sólo se quedan viendo cómo pasan las oportunidades para ellos, sino también pasan largos años de preparación y de sacrificios que simplemente no dieron frutos porque se hizo lo que siempre aquí en México y es: comprar y consumir cosas extranjeras cuando tienes riqueza, calidad y entusiasmo de la gente azteca que cada día lucha por ser mejor en un ambiente hostil donde las oportunidades son escasas.
Los extranjeros no hacen mal al futbol mexicano, en cambio traen mucho espectáculo, calidad y cosas diferentes a las que existen aquí, pero el problema es que no se conocen los límites en el futbol mexicano y mínimamente cada temporada llegan 5 jugadores de otra nacionalidad, sin contar a todos los que ya están aquí, ¿En dónde quedan los jóvenes en un equipo ante tal situación? ¿O acaso será la Liga Italiana un ejemplo a seguir? Donde la mayoría de los jugadores son extranjeros y son pocos los que militan en la Serie A, pero Italia se distingue por exportar excelentes jugadores a todo el mundo, es lo que causa la diferencia abismal entre México y ellos.
Mientras que no se depure el futbol de todos los aspectos negativos que la seducen día con día, la Selección de Futbol nunca pasará de ser el "ya merito" como cada cuatro años en el Mundial y volveremos a gritar el mediocre grito de ¡Sí se puede! ¡Sí se puede! aferrados a una efímera ilusión del triunfo que nunca llegará si no se logra un cambio radical.
