Necesidad. Las reglas de operación para los programas de vivienda deben flexibilizarse en 2011 y apegarse a la realidad que viven los estados en cuanto a sus finanzas.
Los programas de vivienda no reciben más de seis mil millones de pesos en el país, cuando tienen una necesidad de por lo menos 60 mmdp para todos los estados, no necesariamente en la construcción de casas nuevas, sino también de mejoras.
Javier Hernández Floreres, titular del IVED, aseguró que existe la necesidad de que las reglas de operación que se manejan a través del Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo) y la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) obedezcan a la realidad que los estados viven.
"Urge una tropicalización de las reglas de operación, mismas que actualmente aplican igual para todo el país, sea Chiapas, Baja California o Durango; sin embargo, las posibilidades de cada estado son diferentes, incluso dentro de los mismos", dijo el Director de Vivienda.
De ahí, surge el acercamiento con la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadeví), colegios de Ingenieros y Arquitectos, Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) e incluso el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
"Entre todos revisamos cuál es la realidad de los estados ante la inversión en vivienda. Queremos mayor flexibilidad en los esquemas Tu Casa, de Fonhapo y Ésta es tu Casa, de Conavi", refirió.
EXIGEN FLEXIBILIDAD
Las reglas de operación para los programas mencionados deben flexibilizarse en 2011 y apegarse a la realidad que viven los estados en cuanto a sus finanzas.
La intención es que los presupuestos crezcan; empero, el recurso federal es limitado a la participación económica de los estados, la cual es baja aún en Guanajuato, entidad que presenta un superávit en el rubro.
Y es que la captación de impuestos que tiene la Federación no es comparable a la de los estados. Factor que reduce la generosidad en la aplicación de estos esquemas para familias vulnerables, puesto que las reglas de operación exigen que por cada peso que entrega el Gobierno Federal, el Estado aporte otro.