Protesta. Activistas vestidas con burkas participan en una protesta contra esta prenda.
PARÍS, FRANCIA.- La polémica se desencadenó en Francia, luego de la iniciativa presentada ayer ante el Parlamento para que se prohíba en lugares públicos el uso de la "burka", el tradicional velo con que cubren las mujeres musulmanas su rostro.
Defensores de los derechos humanos, feministas, universitarios, religioso, amas de casa, en fin, diversos sectores de la sociedad francesa se pronunciaron a favor y en contra de la iniciativa legislativa presentada por una comisión parlamentaria.
Después de seis meses de deliberación, un comité de la Asamblea Nacional presentó ayer por escrito una iniciativa de Ley para prohibir a las musulmanes residentes o de visita en Francia usar el velo en escuelas, transporte públicos u oficinas gubernamentales.
En sus alegaciones, la comisión legislativa consideró que el uso de la burka promueve el fundamentalismo islámico dentro del país y la desigualdad de género, ya que es un símbolo de la sumisión de las mujeres y atenta contra los valores de igualdad en Francia.
"Llevar este tipo de velo supone un desafío a nuestra República. Es inaceptable", destacó el informe del comité, dirigido por el diputado comunista por la ciudad de Lyon Andre Gerin, quien afirmó que la prohibición de la burka ayudaría a combatir el fundamentalismo.
"Francia necesitaba un Islam compatible con la República y sus valores de laicismo e igualdad sexual", subrayó.
