Paro. Las centrales Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras convocaron a un paro de burócratas.
Cientos de empleados públicos hicieron sonar cornetas y entonaron cánticos frente al Ministerio de Hacienda en el Centro de Madrid, en una huelga de 24 horas en protesta por los recortes salariales con los que el Gobierno intenta reducir el enorme déficit fiscal.
La huelga es considerada una prueba para medir la fuerza de los sindicatos, que estudian convocar a una huelga general si el Gobierno impone reformas al mercado laboral que van contra de los intereses de los trabajadores.
La huelga fue convocada después que el Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero impuso un recorte del 5% a los salarios públicos como parte de un plan para ahorrar 15,000 millones de euros este año y el próximo.
El principal acontecimiento de la huelga -una marcha acaecida hasta el Ministerio de Hacienda, en el corazón de Madrid- contó varios miles de personas con banderas rojas.
El dirigente Cándido Méndez, del sindicato socialista Unión General de Trabajadores se negó a indicar si la asistencia resultó suficiente para afirmar que sus agremiados podrían convocar con razonables posibilidades de éxito una huelga general. Se limitó a indicar que dependerá del Gobierno -si sus reformas favorecen a los empresarios o a los trabajadores -a la hora de decidir si el gremio da ese paso.
Las dos principales centrales obreras, UGT y CCOO, dijeron que un 75% de los trabajadores acataron la huelga. El ministerio de Trabajo, sin embargo, estimó que la cifra era del 16%.