El dengue es una infección transmitida por mosquitos que en los últimos decenios se ha convertido en un importante problema de salud pública internacional. El dengue aparece en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, principalmente en zonas urbanas y semiurbanas El Dengue Hemorrágico (DH) es una complicación potencialmente mortal que se identificó por vez primera en los años cincuenta durante epidemias de dengue registradas en Filipinas y Tailandia. Hoy el DH afecta a la mayoría de los países asiáticos y se ha convertido en una importante causa de hospitalización y muerte en los niños de la región.
El dengue es causado por cuatro virus diferentes, pero estrechamente relacionados. Después de recuperarse de la infección por uno de ellos, el paciente adquiere inmunidad vitalicia contra ese virus, pero sólo una protección parcial y transitoria contra posteriores infecciones por los otros tres virus. Todavía no se ha aprobado ninguna vacuna contra el dengue y a pesar de algunos progresos, el desarrollo de estas vacunas (para las formas tanto leves como graves) sigue siendo un reto. Actualmente el único medio de controlar o prevenir la transmisión de los virus del dengue consiste en la lucha contra los vectores. La aplicación de los insecticidas apropiados a los hábitats larvarios, en particular aquéllos que son útiles en el hogar como las vasijas de almacenamiento de agua (tinacos, aparatos de aire, macetas), evita la cría de mosquitos durante varias semanas, pero debe repetirse periódicamente.
El dengue no se contagia de persona a persona, sino se transmite al ser humano por la picadura de mosquitos Aedes hembra infectivos. Los mosquitos suelen adquirir el virus mientras se alimentan de la sangre de una persona infectada. Tras la incubación del virus durante 8 a 10 días, un mosquito infectado es capaz de transmitir el virus para el resto de su vida durante la picadura y la alimentación. Los mosquitos hembra infectados también pueden transmitir el virus a su descendencia por vía transovárica (a través de los huevos), pero todavía no se ha definido el papel de este mecanismo en la transmisión del virus al ser humano. Los seres humanos infectados son los principales portadores y multiplicadores del virus, sirviendo como fuente de virus para los mosquitos no infectados. El virus circula en la sangre de los seres humanos infectados durante 2 a 7 días, coincidiendo aproximadamente con el periodo febril; los mosquitos Aedes pueden adquirir el virus cuando se alimentan de una persona durante este período.
En los últimos años Aedes Albopictus, un vector secundario del dengue en Asia, se ha establecido en los Estados Unidos de América y varios países de América Latina y el Caribe, y en algunas zonas de Europa y África y su rápida propagación geográfica de esta especie se atribuye en gran parte al comercio internacional de neumáticos usados, que son un lugar de cría. Hay pruebas convincentes de que la infección secuencial aumenta el riesgo de contraer Dengue Hemorrágico y a medida de que la enfermedad se propaga a nuevas zonas no sólo aumenta el número de casos, sino que se están produciendo brotes explosivos importantes.
En nuestra región siguen apareciendo casos de dengue y dengue hemorrágico, aún en esta época de frío, porque, según explican los conocedores, lo que sucede es que el mosquito se ha aclimatado a las temperaturas bajas, por eso debemos tomar precauciones extremas para evitar ser contagiados y seguir las indicaciones que la SSA ha señalado por todos los medios informativos. Recuerden que las larvas se producen en lugares húmedos e insalubres, pero los mosquitos vuelan por toda la ciudad y buscan los lugares cerrados, por lo que todos estamos expuestos.
Los pacientes con dengue casi nunca mueren, pero los que lo han tenido anteriormente, pueden padecer Dengue Hemorrágico y de éstos, la mitad muere. Hay varias maneras de prevenir la enfermedad: evitar los lugares donde los mosquitos se reproducen, usar ropa apropiada como camisetas de manga larga y pantalones, colocar telas de alambre a sus ventanas y utilizar repelente para insectos (consultar al médico para usarlo en los niños). Recuerde que no hay vacunas y los antibióticos no son útiles. Si usted piensa que tiene dengue acuda a su unidad de salud más cercana.