Los cárteles de la droga originalmente nacieron en Colombia como organizaciones criminales dedicadas a la producción, cultivo y transportación de estupefacientes desde ese país hacia el resto del mundo, teniendo como rutas principales México y Estados Unidos, estableciéndose a su vez en estos dos países algunas organizaciones criminales dedicadas a redistribuirlas en rutas determinadas por sus dirigentes y agrupadas en cárteles con un organigrama definido para su funcionamiento, así como la delimitación territorial donde operarían cada uno de ellos.
El 3 de diciembre pasado nos despertamos con la noticia de la captura por el ejército mexicano de una persona del sexo masculino, quien con tan sólo 14 años de edad, está acusado de degollar, y posteriormente desmembrar, adversarios de uno de los carteles por órdenes de algún otro. Junto con él fue detenida una hermana de 19 años, catalogada por los mandos castrenses como cabecilla de un grupo específico dedicado a su vez a trasladar los restos en camionetas para después arrojarlos a orillas de la carretera.
Lo impactante, además del hecho en sí, fue su actitud fría y sin sentido de culpa ante las preguntas de las autoridades. ¿Tienes miedo?... no. ¿Sabes lo que viene?... sí. ¿Por qué los matabas?... me lo ordenaban, sólo me drogaba y no sabía lo que hacía. ¿Por qué te metiste en esto?... no me metí, me jalaron. Comentó que le pagaban dinero en efectivo por hacerlo. Asimismo declaró que el individuo que lo contrataba lo comenzó a drogar desde los 12 años y que un día éste lo amenazó con matarlo si no trabajaba para ellos y que desde entonces lo ha realizado. Pero esto no es un caso aislado. Se ha determinado un aproximado de 30,000 niños sicarios en el país.
La delincuencia ha existido siempre, lo que ha ido cambiando es el tipo y el grado del delito, los cuales se han agudizado en su contenido; por lo que ahora se tendrán que acuñar otros apelativos, tales como: "delincuencia infantil" y "delincuencia prejuvenil"; además del ya aceptado de "niño sicario".
La madre Teresa de Calcuta, quien dejó una enseñanza de caridad hacia nuestros semejantes, señaló: "Hoy en día el mundo está cabeza abajo y sufre tanto porque hay muy poco amor en los hogares y en la vida familiar".