Pablo Barrera (Izq.) anotó el segundo gol de los Pumas que ayer golearon 4-1 al equipo de La Franja. (Jam Media)
México, Df.- Pablo Barrera corrió efusivo a festejar su gol con la afición universitaria ubicada a un costado de las bancas. Apretó fuerte los puños antes de ser abrazado por el resto de los compañeros. Un tanto de oro que le abrió la puerta a los felinos para que mantuvieran su calidad de invictos en casa tras pegarle a los Camoteros del Puebla (4-1).
La alegría del seleccionado nacional contrastó con lo que sucedía al mismo tiempo con Ricardo Ferretti. "Tuca" sólo observó, con las manos en la cintura, la celebración de los jugadores. El rostro serio denotaba molestia del estratega por el desempeño del equipo, que reaccionó hasta el segundo tiempo, aprovechando las avenidas que dejó el rival en la parte baja y así conseguir la victoria.
Fue hasta que Martín Bravo logró el tercero cuando Ferretti esbozó una leve sonrisa y dio un par de aplausos, mientras que en el cuarto tampoco hizo aspavientos. Así vivió Ferretti los tres puntos logrados por los universitarios, que los colocan como uno de los mejores locales con tres victorias por dos empates.
El enojo del timonel auriazul estaba justificado. Pumas tuvo una primera parte gris, en que permitió a los camoteros hacer su juego, regalando el medio campo y perdiendo fácilmente balones. Un error defensivo permitió que los visitantes lograran abrir el marcador cuando el cronómetro marcaba los tres minutos de acción tras un certero remate de cabeza de Hérculez Gómez.
Con los brazos cruzados, Ferretti observó sentado en la banca cómo el testarazo del joven futbolista se incrustaba en la cabaña felina. No hubo gritos ni reclamos sobre los jugadores. Los regaños de "Tuca" se dieron cuando llegó el tanto de la igualada, obra de Leandro Augusto al minuto 27. El naturalizando mexicano envió un zapatazo que alcanzó a desviar Luis Noriega.
Triunfos
Consecutivos suman los Pumas de la UNAM, además siguen invictos como locales.