Muy mal. Es evidente que 'Teresa' se encuentra en malas condiciones físicas y mentales.
A Teresita, de unos 46 años, la dejan todos los días un hermano o su cuñada afuera de una institución bancaria para que pida limosna y por la tarde van por ella, pero está enferma, le dan ataques epilépticos y se cae en la carretera o la banqueta en forma continua por falta de medicamentos y alimento.
HACE VARIOS AÑOS Empleados de la institución bancaria y de otros negocios ubicados en la esquina del bulevar Miguel Alemán y González de la Vega, manifiestan que la mujer ya tiene años acudiendo a ese lugar y en varias ocasiones han tenido que acudir los paramédicos de la Cruz Roja para auxiliarla cuando se golpea al caer.
UN MISTERIO
Lo poco que se sabe de ella es que un hermano, o la esposa de éste, la lleva a su lugar de "trabajo", al filo de las 10:30 horas y por la tarde van a recogerla para ver cuánto dinero reunió y se lo quitan, pues al día siguiente ya no trae nada.
Trascendió que vive por el rumbo del Cereso, de donde la llevan por la mañana a bordo de un autobús urbano, para dejarla por unas ocho horas sin ningún tipo de alimento.
FACULTADES AFECTADAS
Es evidente que la mujer no está bien de sus facultades mentales, pero ha dicho a algunas personas que su cuñada sí le da a veces la medicina, aunque come sólo pan y un refresco todos los días que compra en una tienda cercana.
PIDEN AYUDA
Los empleados mencionan que una institución como el DIF municipal podría hacerse cargo de ella para encontrarle acomodo en un asilo o hablar con los familiares y ayudarles a su manutención, pues a diario corre el riesgo de morir atropellada.
De hecho, dice un lavacoches que labora en ese lugar, Teresa ya ha estado a punto de sufrir accidentes.
"Ayer (martes) se cayó de repente cuando pasaba por la carretera y un camión repartidor de agua por poco y la atropella, pero ya otras veces también ha pasado lo mismo", comenta el lavacoches.
Los socorristas ya conocen a Teresa, pues en repetidas ocasiones han acudido para auxiliarla y al enterarse sus familiares, van por ella, pero al día siguiente es la misma situación.
Las personas que conocen a Teresa, sugieren que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal, debería atender ese caso por humanidad, pues la mujer corre el riesgo de quedar un día entre las llantas de algún vehículo, ya que cada vez son más constantes los ataques epilépticos que sufre.
SE PERDIÓ
Recuerdan que Teresa en una ocasión dejó de acudir por días y luego se enteraron que se había perdido y apareció vagando en Matamoros, donde una institución de asistencia social la recogió y se publicó su fotografía en La i, lo que ayudó a que sus familiares supieran de su paradero y acudieran por ella, pero de nueva cuenta se presentó la misma situación, hasta la fecha.
Cuando El Siglo de Torreón intentó interrogarla, se asustó, casi no quiso hablar y comenzó a llorar.
TERESA "N"
Indigente