Las jugadoras mexicanas dieron su máximo esfuerzo, pero no les alcanzó ante un rival que no recibió gol en todo el torneo. (Jammedia)
Fue una de esas derrotas que ya no duelen. El Tricolor femenil cayó ante Canadá 0-1, pero estará en el Mundial de la categoría, tras un ayuno de 12 años.
El Estadio Beto Ávila se rindió a esas jóvenes heroínas al término del partido con aplausos y vítores, bien justificados, después de haber enviado a Estados Unidos al repechaje.
Pese a no consumar la revancha frente al representativo de la hoja de maple, la afición de Cancún les agradeció la indescriptible alegría que dieron al calificar a la Copa del Mundo de Alemania 2011.
Leonardo Cuéllar, técnico del conjunto tricolor, sabe que tiene que mejorar el funcionamiento de sus muchachas para que la gesta de este Premundial no quede en el anecdotario, sino que trascienda en el certamen que se llevará a cabo el próximo año en tierras germanas.
Sin embargo, la satisfacción en el rostro del estratega es un claro mensaje de que su misión fue cumplida a cabalidad, a pesar de las calamidades que embargan a nuestro balompié.
Anoche, en el paraíso de Cancún, la Selección Mexicana femenil cerró un torneo, en donde sólo le faltó derrotar a Canadá para que resultara más que perfecto.
Las nacionales intentaron en el primer tiempo quitarle el balón a las virtuosas canadienses. Por momentos lo consiguieron. Verónica Pérez, quien consumó el pase al Mundial el viernes pasado, enviaba disparos que no encontraron la fortuna de incrustarse en la portería.
En la segunda mitad, México se vio rápido en desventaja, la cual ya no pudo remontar, pese a su lucha.
El cuadro verde sufrió la expulsión de Pérez, después de cometer mano dentro del área. El consiguiente penalti fue anotado por Christine Sinclair, al minuto 53.
Esa ventaja se mantuvo hasta el final para Canadá, equipo que se proclamó como campeón de la Concacaf. México se queda con un honroso segundo lugar.
Ahora, las tricolores van al Mundial. Sueñan con vencer a las grandes potencias y demostrarle a sus pares varones que para lograr triunfos trascendentes en las copas del mundo también sirven las ganas.
El Tri femenil cayó, pero nadie se acordará de ello. Alemania 2011 está a la vista para unas jóvenes que no quieren dejar de sorprender.
