Veto. Coordinadores del PRI, Francisco Rojas y del PAN, Josefina Vázquez. EL UNIVERSAL
La Cámara de Diputados aprobó una reforma constitucional para eliminar el llamado "veto de bolsillo" con el que el presidente de la República puede congelar leyes que le envíe el Congreso.
En San Lázaro apenas se logró la votación necesaria para modificar la Constitución que es de dos terceras partes del pleno, pues ayer jueves se anuló el voto de bolsillo con 337 votos de 333 necesarios.
La reforma legal obligará al presidente de la República a que recibida una ley o reforma la observe, de ser el caso, en los 30 días siguientes, y si no, diez días después se dará por publicada y entrará en vigor.
Actualmente el llamado "veto de bolsillo" permite al Ejecutivo guardar por tiempo ilimitado cualquier reforma enviada por el Congreso, ya se por decisión personal, conveniencia o estrategia.
Incluso, hay temas que desde el Congreso se exigen sean publicados pero que no tienen ningún impacto en las oficinas presidenciales.
La bancada del PAN en la Cámara Baja votó a favor, pero su vicecoordinador Carlos Alberto Pérez Cuevas pidió al Pleno también legislar sobre la iniciativa preferente que obligaría al Congreso a votar cualquier propuesta del Ejecutivo y de no hacerlo ésta entrará en vigor.
El derecho de veto nunca se pensó como un instrumento que alterara la división de poderes, sino para robustecer el juego de pesos y contrapesos.
El secretario del grupo legislativo, Jaime Cárdenas Gracia dijo que "cuando el Congreso aprobaba una reforma y al Ejecutivo no le gustaba, la mandaba a un cajón y no la enviaba a promulgar; por ello esta reforma es para evitar que el Ejecutivo haga esto y cumpla con sus obligaciones; si no lo hace, la ley entrará en vigor".