Confianza.- La dirigente nacional del PRI confió en que el recuento de votos en Durango confirmará el triunfo de Jorge Herrera Caldera.
Acompañada de los representantes de los sectores y los coordinadores parlamentarios del PRI en el Congreso, la dirigente nacional del Revolucionario Institucional, Beatriz Paredes Rangel, confió en que el recuento de votos en el estado de Durango para gobernador confirmará el triunfo de Jorge Herrera Caldera.
"En el PRI de Beatriz Paredes no hay monedas de cambio, en el PRI de Beatriz Paredes hay un estricto apego a la ley y con la ley en la mano y la fuerza de nuestras organizaciones y con el valor civil de los duranguenses, defenderemos nuestro triunfo como defenderemos nuestros triunfos en todo el país".
Acompañada del diputado Francisco Rojas, el senador Manlio Fabio Beltrones, Jesús Murillo Karam, secretario general del CEN del PRI, y los dirigentes de los tres sectores del partido, la líder priista sostuvo que el proceso de cómputo de la votación ha sido lento, pero en lo que se ha contabilizado, se ratifica que la voluntad ciudadana le dio la victoria al Revolucionario Institucional el pasado 4 de julio.
Confió en que el margen de ventaja se amplíe conforme avance el conteo, en el que sin duda, se mantendrá el margen de ventaja y Jorge Herrera Caldera recibirá su constancia de mayoría el miércoles próximo.
En tanto, el vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRI, Carlos Flores Rico, en entrevista dijo que está visto que el PAN en Durango, Hidalgo y Veracruz, se "perredizó", además de que la población está harta de la faltas de respeto a los resultados formales y el respeto al Estado de Derecho.
Cuestionado si el PRI no teme perder Durango e Hidalgo en los tribunales, como acusan sus opositores en esas entidades, Flores Rico sostuvo que el PRI está preparado con su aparato de litigio y jurídico para defender en buena lid los votos que hemos ganado, depurar los que estén mal contados y reasumir los resultados que deban ser por mandato judicial, pero es una cosa muy distinta de la movilización, la presión, la parafernalia con la que ahora se quiere vestir la derrota que el PRD y el PAN han sufrido en Durango, Hidalgo y Veracruz.