Las Águilas del América dejaron ir la posibilidad de regresar a la Copa Libertadores con fallas de sus mejores hombres, los de confianza, que erraron en la tanda de penaltis, a la que llegaron después de chocar con una pared llamada Monterrey. (EFE)
Vaya papelón del América.
En su tercera Final de Interliga definida desde los 11 pasos, las Águilas dejaron ir el pase a la Copa Libertadores al fallar de manera garrafal en el momento de mayor presión del partido, pues cayeron 3-1 en la tanda de penales, en la cual los mejores hombres de las Águilas se portaron como si fueran principiantes.
Salvador Cabañas, Aquivaldo Mosquera y Pável Pardo no pudieron anotarle a Jonathan Orozco; el único que sacó la cara por los de Coapa fue Óscar Rojas, mientras que Monterrey ni siquiera necesitó tirar los 5 disparos y se bastó con los goles de Luis Pérez, Walter Ayoví y Osvaldo Martínez.
América brindó un primer tiempo intenso, buscando abrir el pesado esquema planteado por el Monterrey, pero sin encontrar la puerta para tocar el arco de Jonathan Orozco.
El paraguayo Salvador Cabañas tuvo un par de aproximaciones, pero en una llegó tarde para rematar un centro de Guillermo Cerda y en la segunda fue pillado en fuera de lugar.
Si bien Tecos les permitió desplegar en su penúltimo encuentro un juego cadencioso y espectacular, los Rayados fueron el mejor antídoto para el estilo de los azulcremas, porque acabaron con el "juego bonito" esperando al rival, replegando líneas y buscando cualquier error.
Para el complemento, las Águilas bajaron su ritmo buscando devolverle una sopa de su propio chocolate al conjunto dirigido por Víctor Manuel Vucetich.
Pero pronto se dieron cuenta que esta era la peor manera de buscar una victoria, porque Monterrey comenzó a presionar por la banda derecha y el ingreso de Aldo De Nigris al 55' les dio mayor velocidad en la delantera.
A medida de que el reloj avanzaba y se acercaba la hora de los penales al mantenerse el marcador empatado, Osvaldo Martínez les metió presión con un disparo que fue desviado con reflejos felinos por el portero Guillermo Ochoa al 74, quien se recompuso para sacar fuera el contrarremate de De Nigris.
Un minuto después, Ochoa también antepuso el cuerpo para cerrarle el ángulo a Martínez y con ello mantuvo el cero en su cabaña.
Hasta este minuto fue cuando Monterrey se prodigó en la cancha, buscando opciones, robando balones y América se desesperó.