Buscándole. Verónica percibe una mejora en sus finanzas en el último trimestre porque cada vez menos gente pide fiado y sus anteriores clientes han vuelto a consumir.
El panorama ha mejorado en la Región Lagunera, las empresas comienzan a recontratar gente pero la violencia se ha incrementado. Aun así, la situación económica de Verónica y Omar ha dejado de ser tan ajustada, quizá porque se han acostumbrado ya a recortar sus gastos o porque las perspectivas financieras son más positivas.
El Siglo de Torreón entrevistó a Verónica y Omar en enero y marzo para conocer su situación económica y las dificultades que enfrentaban. Hoy nuevamente hablan sobre el impacto de la crisis en sus finanzas.
'Se está componiendo'
En los últimos tres meses, la situación económica pareciera mejorar en el caso de Verónica López, vendedora de gorditas de 35 años. El negocio ha comenzado a prosperar y ella sigue trabajando en "lo que sale" para completar los gastos del hogar, pero considera que las condiciones son más positivas que en abril.
"Aquí en el negocio, nos ha ido mejor, las ventas habían caído en un 50 por ciento, ahorita tenemos un 15 por ciento más, ya es algo, vamos poco a poco hacia arriba", manifestó.
Su sueldo ha visto un ligero incremento pero se muestra intranquila porque vienen gastos fuertes con la entrada de sus hijos a la escuela.
"Va a ser un gasto muy pesado, tengo un muchacho que va a entrar a secundaria y la otra regresa a primaria", comentó, "es el gasto más pesado que tengo ahorita, estoy enfocada totalmente a lo de la escuela: útiles, zapatos y uniformes".
Para Verónica, la escuela no es un gasto inesperado, pues desde hace varios años se acostumbró a prepararse con anticipación, a ir a las ferias del regreso a clases para comprar los materiales con oportunidad, comparando precios y buscando las mejores ofertas.
"Ahora no, esta semana vamos a empezar a comprar pero de poco en poco, ya no se puede como antes, vamos a buscar baratas, las mochilas están muy caras, son como 400 pesos las más económicas, andan muy caras, la situación ha mejorado un poco pero los gastos van por arriba, estamos esperando que llegue el mero día de clases para que pongan todo con oferta", explicó.
Verónica suele realizar trabajos extras como la costura y la limpieza de casas. La principal motivación de esta mujer es brindar educación a sus tres hijos para que tengan más oportunidades de las que ella tuvo y puedan acceder a una mejor calidad de vida.
"Ahorita vamos a empezar a vender chicharrón, seguimos con las costuritas y así, cositas que salen", expuso.
"Los clientes se siguen quejando de la crisis pero yo veo que la situación se está componiendo, empiezan a venir más, ya no están pidiendo tanto fiado, ya compran más otra vez, yo creo que hay que tener fe porque esto va a seguir mejorando", manifestó.
Verónica quiere hacer algunas modificaciones a su negocio, darle una "manita de gato", pero considera que actualmente la prioridad es la escuela de sus hijos y, posteriormente, "algo bueno seguirá".
'Ya no es preocupación'
Mientras que otros programas de salud han recibido incrementos en los sueldos de los trabajadores, el de la tuberculosis sigue en las mismas, por lo que Omar Morales, enfermero de 31 años, no percibe diferencia en el panorama económico.
"Ahorita ya la crisis no es tanto una preocupación, sino la inseguridad", manifestó.
Omar ha logrado mantener las comodidades en su hogar, los servicios como cable, teléfono, no ha adquirido nuevos pero tampoco ha cancelado ninguno de los anteriores.
"Los gastos más fuertes que están por venir son los útiles escolares, pero eso ya lo veremos en los próximos días, más ahora que las dos niñas van a la escuela, ya nos tuvimos que adaptar a esto", manifestó.
En su casa, su familia se ha acostumbrado a hábitos para ahorrar energía eléctrica y que los recibos no se disparen, como desconectar todos los aparatos cuando no se estén utilizando. Sus niñas ya le tomaron gusto a los jugos que les compra para el recreo, que ahora son una marca más económica a los que se llevaban el año pasado.
"En los útiles escolares, por las dos, van a ser como tres mil 500 o cuatro mil pesos, van a ser bastante", expuso.
Para Omar, llegó el momento en que se establecieron en su situación económica como familia y ahora todo fluye de manera más continua, sin problemas.
"Ya nos acostumbramos", comentó.
Este año, las vacaciones de las niñas fue estar con su abuela, ante la falta de solvencia para salir de la ciudad, además de que los días de descanso de Omar y su esposa no coincidieron.
En general, Omar considera que el panorama económico debe mejorar.
"Yo me siento afortunado porque trabajo y tengo una esposa que trabaja, en ese aspecto no me quejo, todos quisiéramos algo mejor, no se va a negar, pero no me quejo, soy afortunado por mi situación, es poco mi ingreso pero lo tengo seguro y ya sé cómo distribuirlo", comentó.
Verónica y Omar van saliendo poco a poco
