Este es un estado que se puede controlar. La mayoría de las personas actualmente sufren del estrés, ya sea por la crisis económica, la falta de trabajo, problemas de familia o de salud, el clima político, la falta de valores, los malos entendidos con otros y hasta el tráfico; básicamente cualquier pretexto es suficiente para causar tensión y estrés.
Vivimos en un mundo lleno de compromisos y de muchas presiones, donde todos estos eventos se convierten en agentes que crean tensión, inseguridad e impotencia por no poder controlar las situaciones. Vivir con estrés sólo deteriora la calidad de vida además de ser uno de los principales factores que causan depresión y algunas enfermedades crónicas.
Cada quien es responsable de su bienestar y uno se tiene que esforzar para encontrar una manera de poder vivir bien, a pesar de que muchas de las cosas que pasan no sean del agrado de uno ni se tenga el poder de cambiarlas.
Natalia sufre de una depresión muy fuerte, ataques de ansiedad, llora con frecuencia, ha dejado de disfrutar la vida y se altera por todo lo que le pasa. Es una verdadera pena ya que esta mujer no siempre fue así de infeliz; de hecho, siempre se había destacado por su gran sentido del humor, su vibrante energía y su amor por ayudar a todos los demás.
Hoy en día Natalia se ve triste, siente miedo constantemente y cada día cree que tiene otra enfermedad. La semana pasada fue por tercera vez al médico en menos de un mes, esta ocasión estaba segura de que tenía un problema del corazón.
Después de un examen el doctor le aseguró que no tenía nada de lo que ella pensaba. Sin embargo, le comentó que la veía muy tensa y deprimida, le sugirió que quizá era tiempo de que tomara algún tipo de calmante para que se pudiera tranquilizar, hiciera más ejercicio, comiera más sano, durmiera más horas y que acompañara todo esto con un cambio de actitud.
Natalia se soltó a llorar con mucha desesperación y le explicó al médico que la estaba pasando muy mal. Había estado todo el año cuidando a su hijo porque se había complicado su estado de salud y había tenido tratamientos con radiaciones, su marido había perdido su trabajo, se había enojado con su hermano par su falta de sensibilidad, su suegra estaba tan enferma que ya no había nada que hacer por ella, su negocio particularmente no estaba prosperando y se sentía atormentada y muy angustiada.
El doctor la escuchó con mucha atención y le dijo que todos en algún momento de su vida la pasan mal pero que afortunadamente, hasta lo más terrible pasa, se acomoda y uno sobrevive. Si bien hay muchas cosas que no están en el poder de uno para cambiar, la actitud ante la vida e incluso el estado de ánimo dependen en gran medida de uno mismo.
Liberando el estrés:
Ingredientes:
1 taza de objetividad.
1 taza de perspectiva.
1 manojo de confianza.
2 cucharadas de aceptación.
1 sobre de acciones concretas.
Condimentos:
Gratitud, buena disposición y ganas de sentirse mejor
Cuidado: El estrés se genera cuando las expectativas de uno resisten y combaten la realidad
Modo de preparación:
1. Es importante aceptar el sentimiento de estrés en lugar de pelearlo. El primer paso para poder solucionar algún problema es aceptarlo. Cuando uno se niega, la ansiedad empeora y crece.
2. El cambio de actitud es crucial para poder manejar el estrés. Reconocer que el pasado no se puede cambiar, que el futuro se desconoce y por lo tanto tan sólo queda el presente. Cuando se aprende a valorar el momento que se vive, se puede cambiar más fácilmente la actitud que se tiene y se disfruta más la vida.
3. Hay que hacer un esfuerzo para mejorar diariamente nuestra vida. Vivir relajado y contento quizá no aumenta la cantidad de años de vida, pero seguro que le da más vida a los años que se vive. Vale la pena hacer todo esfuerzo posible para mejorar y recordar que sólo se vive una vez.
"Cuando uno siente estrés pierde la habilidad de disfrutar de todo lo que lo rodea, incluso de sus seres queridos. Ésta es una de las pérdidas más tristes que una persona pueda tener".
