México no requiere en este momento de declaraciones de Estado de excepción en las entidades más afectadas por la violencia del narcotráfico como Nuevo León, Chihuahua o Tamaulipas, al contrario se tienen que preservar las garantías individuales fundamentales de los mexicanos como son el derecho a la vida, a la libertad, a la democracia, al libre tránsito, en esas localidades y en todo el país, aseguró José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Afirmó que el problema de la inseguridad es "transitorio" pero al mismo tiempo "muy grave", por lo que "no podemos hacer como que no existe".
Afirmó que para enfrentar la situación que vive el país para atender los rezagos que han llevado a la violencia como son la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades educativas para los jóvenes "no habrá una varita mágica ni una receta inmediata milagrosa".
"No podemos ni debemos hacer como que ya está resuelto; y yo pienso que por desgracia ni siquiera todavía en vías de su resolución próxima inmediata", aseguró.
El rector insistió en la necesidad de revisar profundamente la estrategia que se aplica contra las organizaciones de la delincuencia organizada, puesto que se tienen que tomar medidas más profundas, porque es cierto "sin la fuerza no se va a poder, estoy convencido, pero ¿con sólo aplicar la fuerza legítima pública es factible? No, no es factible".
El rector abordó este tema luego de encabezar la ceremonia de firma de convenio para la creación del Museo de las Constituciones, en el ex templo de San Pedro y San Pablo, con el titular de la Secretaría de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal; el presidente en turno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Mayagoitia; y María del Carmen Alanís, presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y Alejandra Moreno Toscano, autoridad del Centro Histórico del gobierno del Distrito Federal.
En entrevista el rector dijo que "lo que tenemos que asegurar es que los mexicanos en esas entidades (Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas) y en todo el país, tengan el respeto a los valores básicos: a la vida, a la libertad, a la democracia, al libre tránsito, y tenemos, insisto, que tomar medidas mucho más profundas, mucho más de contenido social que únicamente las de la fuerza".
Reiteró que "sin la fuerza no se va a poder, estoy convencido, pero ¿con sólo aplicar la fuerza legítima pública es factible? No, no es factible".
Rechazó que México sea un Estado fallido, "México es un Estado que tiene problemas, es un Estado nacional que tiene problemas... pero no un Estado fallido".
Explicó que los problemas de nuestro país están en "algunas en las estructuras de gobierno; algunas en sus condiciones sociales; algunas dentro de la propia estructura de la sociedad, del propio comportamiento de los ciudadanos; y algunos muy puntuales, que son transitorios, como el problema de la inseguridad".
Planteó como condición indispensable para resolver la inseguridad que viven nuestro país el de" ajustar el proyecto de desarrollo del país".
Esto pasa por resolver el problema de la pobreza, la desigualdad, brindar mayores oportunidades de educación, por preservar los valores en esta sociedad, y "transformar una realidad de esa naturaleza, atender a los grupos prioritarios que están siendo afectados: los jóvenes, eso no se resuelve de la noche a la mañana. No habrá una barita mágica ni una receta inmediata milagrosa que nos permita atender eso, vamos a tener que trabajar intensamente".
Enumeró que lo que tenemos que hacer es "apresurar la marcha para resolver: a) los problemas históricos que nos han acompañado secularmente, pobreza y desigualdad; b) saldar algunos de los temas que también hemos tenido como expedientes abiertos a lo largo del siglo XIX y XX; c) resolver y atender la problemática social y económica que caracteriza a nuestro país hoy; y d) mirar hacia adelante, tener una perspectiva de país, un proyecto de nación, una idea de cuál va a ser el país que queremos para nuestros descendientes".
